Otra película de Murnau, basada en el clásico de Molière, Tartufo. En realidad es bastante literal: se mantienen los nombres principales, Tartufo, Orgón, Elmira; el argumento, la influencia de Tartufo sobre Orgón con la finalidad de hacerse con su fortuna y la desconfianza y final desenmascaramiento por parte de Elmira; así como las intenciones generales de Molière de denunciar la hipocresía de cierta parte de la sociedad de su momento y la sumisión de los ciudadanos a la religión y sus representantes. La adaptación "moderna" (todo lo moderna que puede ser una película de 1925) de Murnau consiste en que la historia es traída a través del cine ambulante por el nieto de un rico hacendado para que su abuelo sea consciente del abuso al que es sometido por parte de una criada.
En mi opinión una obra de menor importancia que Fausto o El último -del que ya hablé en una entrada anterior-, pero en cualquier caso mantiene el encanto del cine mudo, las características propias de Murnau y su actor fetiche, Emil Jannings.
La película sería la última que rodaría en Alemania, pues la siguiente, Fausto, la rodaría en Hollywood, donde residiría hasta su muerte.