martes, 12 de marzo de 2019

"Giubbe Rose", Franco Battiato.

Abito in una casa di collina
E userò la macchina tre volte al mese
Con 2000 lire di benzina
Scendo giù in paese
Quante lucertole attraversano la strada
Vanno veloci ed io più piano ad evitarle
Quanti giardini di aranci e limoni
Balconi traboccanti di gerani
Per Pasqua oppure quando ci si sposa
Usiamo per lavarci
Petali di rose
E le lucertole attraversano la strada
Com'è diverso e uguale
Il loro mondo dal mio
Vivere più a sud
Per trovare la mia stella
E i cieli e i mari
Prima dov'ero
Passare dal mercato del pesce
Prendere i collari in farmacia per i cani
E ritirare i vetri cattedrale del gazebo
Il fuoco incandescente del vulcano
Allontanò il potere delle Giubbe Rosse
E come sembra tutto disumano
E certi capi allora e oggi
E certe masse
Quanti fantasmi ci attraversano la strada
Ritornare a sud
Per seguire il mio destino
La prossima tappa
Del mio cammino in me
Per trovare la mia stella
E i cieli e i mari
Prima dov'ero

sábado, 9 de marzo de 2019

"El nombre de la rosa", de Umberto Eco.

 Un clásico del semiólogo italiano, con su famosísima adaptación cinematográfica protagonizada por Sean Connery. De Eco sólo he leído Baudolino y El cementerio de Praga, aunque es sabido que el piamontés fue un prolífico autor de ensayo lingüístico y escaso mas soberbio novelista. El nombre de la rosa no defrauda en lo que aparenta ser: una excepcional novela profusamente documentada y muestra de la erudición de su autor que en absoluto riñe con la amenidad e incluso con la diversión. Los personajes principales: Guillermo de Baskerville, Adso de Metz, Ubertino da Casale, Abbone da Fossanova, el inquisidor Bernardo Gui, los dulcinistas Salvatore de Monferrato y Remigio da Varagine y tantos otros son francamente redondos, verosímiles y complejos; las descripciones tanto físicas (la abadía con su Edificio, iglesia, scriptorium, refectorio...) como de ambientes (órdenes religiosas en la Edad Media, relación de éstas con grandes personajes teológicos -Santo Tomás o San Agustín-) hace que la novela tenga un nivel de erudición difícilmente alcanzable; pero, como enunciaba al principio, Eco fue un maestro de la narrativa y es capaz de hacer francamente divertido un tema que podía ser muy hueso, muy áspero, sin embargo, el autor es capaz de ser riguroso a la vez que entretenido, culto a la vez que ameno.
 Uno imagina que con el alto nivel de conocimientos lingüísticos de Eco y su capacidad de contar historias de tiempos remotos podría haber sido un extraordinariamente prolífico escritor de novela histórica, pero de novela histórica de calidad, no los bodrios politizados que publican las editoriales especializadas en novela histórica que son simplemente infumables panfletos patrioteros sin verosimilitud histórica alguna... y los hay de todas y cada una de las nacionalidades históricas de Europa.
 Eco consigue pintar un fresco de la Baja Edad Media con una clarividencia propia de un libro de texto, pero para todo el público. En la contraportada de esta edición de la editorial Debolsillo (Penguin Radndom House) dice que "sin él, los índices de lectura de los últimos veinte años habrían sido mucho menores", esta afirmación es verdaderamente rotunda, que un autor sea capaz de conseguir que el público general lea narrativa con una calidad como esta es aplicable a muy pocos escritores... y yo, al menos, estoy totalmente de acuerdo con la afirmación.

martes, 5 de marzo de 2019

Un relato mío, "El hacedor de best sellers", publicado por la revista Sueños de papel.

 Desde que, recientemente, unos pocos engañaron a la gran mayoría de la sociedad para aumentar sus beneficios a costa de casi todos, es decir, desde la pasada crisis, los certámenes literarios han disminuido notablemente. Con todo, todavía quedan algunos municipios (sorprendentemente, los más pequeños, parece que las grandes ciudades no tienen presupuesto más que para pintar ripios en los pasos de peatones) que siguen convocando estos concursos. Un relato  mío, El hacedor de best sellers, ha sido seleccionado por la Biblioteca de La Carlota (Córdoba) para ser publicado en su revista, Sueños de papel.
 La revista, según se puede leer en su portada, hace la número nueve, aunque se trata del primer certamen de relatos cortos. En todo caso, entiendo que para un municipio que no alcanza los quince mil habitantes es un esfuerzo ímprobo publicar una revista cultural aunque sea trimestral, lo cual hace especialmente loable su existencia.
 Aun a riesgo de parecer anticuado, puesto que todavía sigo pensando que "es de bien nacido ser agradecido", quiero aprovechar este humilde blog que casi nadie lee para agradecer a los artífices de la revista Sueños de papel, a la Biblioteca de La Carlota y al municipio entero que sigan haciendo el esfuerzo de promover la cultura popular y que hayan elegido un relato mío para su revista.


jueves, 28 de febrero de 2019

"Types of Narrators", by Grant Snider (www.incidentalcomics.com)

Imagen tomada del sitio www.incidentalcomics.com

"El hombre vivo", de Gilbert Keith Chesterton.

 Otra genialidad desparramada de Chesterton. Después de haber leído a Terry Pratchett es evidente que aquél fue maestro de éste: el humor irónico y sarcástico, tan típicamente inglés; la mofa de toda tradición y cultura hecha desde la respetuosa aquiescencia de alguien conservador y tradicionalista (tanto en el sentido social como en lo político); la creación de personajes entrañables, con los que cualquiera  podría identificarse; y, por encima de todo, un potentísimo humanismo que se niega a perder la esperanza en la vieja sociedad creada por el hombre son las características comunes a Pratchett y a Chesterton. Entre ambos, no obstante, distan casi cien años, con lo cual las diferencias también son evidentes: la prosa de Chesterton es mucho más densa, más adjetivada, sus descripciones más minuciosas y detalladas, su cercanía temporal a la "literatura victoriana" es evidente; por el contrario, Pratchett tiene una prosa más rápida, menos enrevesada, sin tanto adjetivo ni frase subordinada, es una prosa más periodística, más apropiada para cualquiera del siglo XXI y su crónica falta de tiempo; pero la relación es obvia para cualquiera con cierta experiencia lectora.
 El hombre vivo es otra de esas novelas geniales de Chesterton que le hacen a uno reconciliarse con el género humano. Describe un personaje inusual, extraño y sin embargo encantador llamado Innocent Smith (nótese la ironía del nombre, en la traducción española no se ha querido cambiar por Inocencio García, por ejemplo, aunque así hubieran hecho más evidente sus características), este tipo es un hombre cándido, bienintencionado, sin cinismo alguno, honesto y sincero. Su forma de ser enamorará ciegamente a la otra protagonista, Mary Gray, que verá en él la salvación que toda persona busca en la otra cuando se empareja. Esta Mary Gray es una inquilina de una casa de huéspedes en Swiss Cottage, Londres (barrio, por cierto, en el que vivió unos pocos meses quien esto escribe), y sus huéspedes tratan de hacer ver que esa presunta y adorable sencillez de Smith no es sino una máscara.
 En fin, Chesterton en estado puro, unos frescos humanos de una calidad apabullantes. Un gran conocedor del alma humana. Una novela atemporal basada en la moral y la apariencia humana, algo que ha movido el mundo desde que el mono se convirtió en hombre.

sábado, 23 de febrero de 2019

"Fausto Eric", una aventura del Mundodisco, por Terry Pratchett.

 Novena entrega de las novelas ambientadas en ese mundo con forma de disco que descansa sobre cuatro gigantescos elefantes que a su vez reposan sobre la tortuga cósmica, la Gran A'Tuin. Es la novena entrega aunque en la edición española (Debolsillo, grupo Penguin Random House) se rotula como la diecisiete, pues aquí no se publicó hasta 2005, ignoro la razón. En todo caso, esta novela pertenece al "ciclo de Rincewind o de los magos", pues es este torpe anciano aprendiz de mago uno de los personajes principales. El principal, en todo caso, es Eric, un demonólogo de catorce años, todo ambición, todo arrogancia, todo ineptitud... La combinación de las negligencias de Rincewind y Eric asegura aventuras disparatadas una tras otra.
 Como anticipa el título, con el nombre de Fausto tachado, esta novela es también parodia del Fausto de Goethe, ya que Eric cree que Rincewind es, en realidad, un demonio al que ha conseguido invocar. El joven demonólogo pide "sólo" tres cosas: el dominio sobre todos los reinos del mundo, la mujer más bella que haya existido jamás y poder vivir eternamente. Pero claro, el Fausto de Goethe pacta con Mefistófeles y Eric lo hace con el fracasado y sarcástico Rincewind. Es, una vez más, Pratchett en estilo puro: sarcasmo y parodia a tutiplén.

domingo, 17 de febrero de 2019

"El violín de Rotschild y otros relatos", de Antón Chéjov,

 Uno de los grandes de la literatura rusa de todos los tiempos, más admirado como dramaturgo que como narrador. Sus relatos son pequeñas obras maestras que, al menos a quien esto escribe, recuerdan mucho a Dostoyevski, pues lo más destacable es el finísimo análisis psicológico de los personajes, verdaderos lienzos descriptivos de la personalidad del protagonista y su evolución a lo largo del tiempo.
 A diferencia de Dostoievsky, Chéjov llevó, según parece, una vida más ordenada, sin la ludopatía y afición desmesurada a las faldas que tuvo Dosto. De hecho compatibilizó su profesión principal, la de médico, con su pasión, la literatura, sin que se conociera escándalo alguno o tuviera que huir del país para no ser perseguido judicialmente por los acreedores que querían encarcelarlo como le pasó a Fiódor Mihailovic. 
 Chejov fue un audaz conocedor de su sociedad (y de la naturaleza humana en general), alguien que supo mirar más allá de la superficie y penetrar en el alma de sus coetáneos, algo que para los que juntamos palabras sobre el papel sabemos que es de lo más difícil de la escritura.

lunes, 11 de febrero de 2019

"El festín de Babette", de Dinesen.

 Y sí, el relato por el que estaba leyendo esta recopilación de cuentos de Karen Blixen es una joya literaria, como la adaptación cinematográfica dirigida por Gabriel Axel en 1987 y que fue merecedora del Oscar a la mejor película en lengua extranjera el año siguiente. 
Imagen tomada del sitio bp.blogspot.com
 Hay momentos en los que un escritor está tocado por las musas y él o ella no se dan ni cuenta. Estoy seguro de que algo así le pasó a Blixen al escribir El festín de Babette. Es un relato prácticamente perfecto: original, entrañable, profundo... verdaderamente sublime. Describe con esplendor dickensiano tanto el paisaje de los fiordos noruegos (que, por cierto, la película lo cambió por la Península de Jutlandia, quizás el cambio más evidente en la adaptación cinematográfica) como el alma de los que allí viven, su evolución psicológica a lo largo de las décadas. La extensión limitada permite su lectura en unas pocas horas que sirven para disfrutar del relato como si de un verdadero festín, esta vez literario, fuera.
Imagen tomada del sitio decine21.com
 Y la película no le va a la zaga, soluciona de forma muy eficaz los continuos flashback que ponen en relación los platónicos amores de juventud de Martine y Philippa con sus pretendientes, el militar y el tenor con sus austeras vidas de fervientes puritanas (en el sentido luterano, no en el que se da hoy a la expresión). 
 El festín de Babette es un extraordinario ejemplo de la fecundísima relación entre la literatura, la buena literatura y el cine hecho con primor y sin alardes comerciales; algo que da razones para seguir alentando y creyendo en el género humano.

jueves, 7 de febrero de 2019

"Il pleure dans mon coeur", Paul Verlaine.

Il pleure dans mon coeur
Comme il pleut sur la ville;
Quelle est cette langueur
Qui pénètre mon coeur ?
Ô bruit doux de la pluie
Par terre et sur les toits !
Pour un coeur qui s'ennuie,
Ô le chant de la pluie !
Il pleure sans raison
Dans ce coeur qui s'écoeure.
Quoi ! nulle trahison ?...
Ce deuil est sans raison.
C'est bien la pire peine
De ne savoir pourquoi
Sans amour et sans haine
Mon coeur a tant de peine !


Llueve en mi corazón
como llueve en la ciudad;
¿Qué es esta languidez
que penetra mi corazón?

¡Oh dulce ruido de la lluvia
por tierra y en los techos!
Para un corazón que se aburre,
¡Oh el canto de la lluvia!

Llora sin razón
este corazón descorazonado.
¡Qué! ¿ninguna traición?...
Este luto es sin razón.

Es bien la peor pena
de no saber por qué
sin amor y sin odio
mi corazón tiene tanta pena.

martes, 5 de febrero de 2019

"Cuentos completos", de Isak Dinesen.

 A Karen Blixen (nombre real de Dinesen) la conocí (probablemente como todos) a través de adaptaciones cinematográficas, la más conocida Memorias de África, protagonizada por Meryl Streep. Además de esa película, otra que tuvo más éxito en un ámbito más cultural, menos general: El festín de Babette. Esta última película es una de mis favorita de todos los tiempos, principalmente por la calma y sensación de atemporalidad que surge de la narración de las vidas de dos hermanas, hijas de un pastor protestante en la Península de Jutlandia. Como no he leído todavía el cuento en cuestión no puedo saber si la adaptación cinematográfica fue afortunada o incluso mejoró el texto (algo muy infrecuente) o si fue una pobre adaptación.
 En todo caso, los cuentos de Karen Blixen tienen un evidente tono autobiográfico, especialmente del de Memorias de África, habiendo residido en aquel continente la autora, explotando un cafetal junto con su marido. De lo narrado se intuye lo que la biografía confirma: que Karen Blixen (baronesa) fue una mujer que vivió muy intensamente, con un grado de liberación impropio de finales del XIX y primera mitad del XX y que solo puede explicarse por la situación de desahogo económico que la acompañó toda su vida (ignoro si por su condición de noble o por la pertenencia a la alta sociedad danesa), pero también a una libertad sexual y romántica muy alejada de lo que vivieron las mujeres de esa época en el sur de Europa.
 Porque los personajes de Dinesen son mujeres fuertes que viven sus azarosas vidas sentimentales sin el más mínimo remordimiento moral, sin ningún tipo de cortapisas que sufrieron las europeas del sur, sin duda alguna, producto de la castrante moral católica imperante en la época.
 Desde un punto de vista formal, la narrativa de Dinesen es de lectura reposada y lenta, tal vez influenciada por la "literatura victoriana" que debió ser su lectura de sobremesa. Los cuentos son imaginativos pero siempre dentro de la verosimilitud más evidente. El prologuista, Miguel Martínez-Lage, hace un pequeño juego de palabras con el título de un cuento y su propio prefacio, titulando este último como Las perlas del collar, dando de forma bastante apropiado este símil a los cuentos de la autora.