domingo, 13 de enero de 2013

Ahora leyendo: "El hombre sin atributos" de Robert Musil

  Sí, reconozco tener prejuicios clasistas e incluso de nación, quizás por ello nunca me atrajo Musil, me parecía demasiado germánico en el sentido más peyorativo. Robert Musil era un tipo perteneciente a la nobleza austriaca, esa que tanto alardeaba de su militarismo, que enviaba a sus hijos dilectos a insignes academias militares en las que  formar su espíritu ya de por sí noble... esto es una deformación irónica, pero hasta cierto punto cierta; lo que no esperaba de él es que sus obras fueran, precisamente, una denuncia de esta bélica sociedad germánica que llevó a Europa, por dos veces, al abismo de la guerra mundial en un mismo siglo.
  Hace meses leí Las tribulaciones del estudiante Törless, precisamente ambientada en una academia militar para jóvenes de "familias de orden", pero que acaba siendo una crítica feroz a aquella sociedad hipócrita, basada en la apariencia, incluyendo un tema tan espinoso en ese ambiente como es la homosexualidad. No en vano, las obras de Musil fueron prohibidas por el régimen nazi.
  Ahora comienzo con la supuesta obra fundamental: El hombre sin atributos, una obra monumental que pasa por ser una de las obras claves de la literatura contemporánea en alemán.
   El hombre sin atributos es una obra inacabada, pues Musil murió durante su redacción, lo cual hace sorprendente que los sesudos señores de Seix Barral (Grupo Planeta), al menos en su Colección Austral, la hayan etiquetado como "edición definitiva", ¿habrán sido capaces de resucitar a Musil para que la acabe? ¿O querrán decir que está "definitivamente inconclusa"?