lunes, 6 de febrero de 2017

"El perdón y la furia", por Altarriba y Keko.

 Buenas y malas noticias a cuento de este cómic. La buena es que este es la segunda novela gráfica editada directamente por una de las más insignes instituciones culturales de este país, el Museo del Prado; esto significa que, al menos en las élites intelectuales de nuestra sociedad, empieza a cundir la creencia de que los cómics no son simples "tonterías de superhéroes para los chicos", sino que asuntos culturales de importancia también pueden darse en este formato. La mala noticia es que el guión flojea mucho, pero mucho mucho, hasta el punto que cuando uno termina de leerlo no puede dejar de preguntarse ¿y esto es todo? 
  Sin embargo, Antonio Altarriba es un escritor suficientemente acreditado como para  que mosquee la escasa entidad de esta obra. En el cómic Yo, asesino (escrito por Altarriba y dibujado por Keko), por ejemplo, el tema está bien desarrollado y es bastante lineal (un punto predecible, me temo), pero en El perdón y la furia da la impresión de que hubiese sido cercenado o recortado de mala forma. Conociendo el mundo editorial como todo buen lector lo conoce, sabemos que por pura conveniencia de negocio (más bien por pura ceguera artística) se ha llegado a mutilar obras que sin la tijera del editor habrían sido francamente buenas, tal vez este sea el caso.
 La labor de Keko, por otro lado, es excelente, como siempre, aportando la negrura que la historia requiere.
  Esa negrura de la trama, rayando en lo morboso, era común al cómic anterior citado, Yo, asesino, y parece ser una constante en los últimos tiempos de Altarriba. Lástima que la historia no esté concluida correctamente.