martes, 29 de marzo de 2022

Inciso musical: "Spiegel im Spiegel", de Arvo Pärt.

  En la zafia época que nos ha tocado vivir, con pandemias aprovechadas por gobiernos para instaurar dictaduras de facto, guerras propias de otros siglos, corrupción política generalizada, abuso del poder en todos los estamentos sociales, materialismo deshumanizado e inmisericorde... poder sentir la música de Arvo Pärt, su extremada sensibilidad, su espiritualidad es una cura balsámica para la afligida alma.
Imagen tomada del sitio www.elmundo.es
 Dice el propio Pärt, que su música es como luz que atraviesa un prisma y se descompone en todo el espectro, pero es la palabra "tintinnabuli" la que más ha calado entre sus rendidos admiradores. En esa música "tintinabular" hay dos voces: la primera (en el caso de Spiegel im Spiegel, el piano) toca tres notas en arpegio, como una suerte de bajo continuo; la otra (viola o violín), sube y baja por la escala diatónica; todo ello con un tempo lento. El resultado es una obra sencilla (no en vano se clasifica como minimalista) pero de una belleza apabullante, conmovedora hasta la lágrima (para todos los que tenemos sensibilidad, claro).
Imagen tomada del sitio www.stretta-music.com
 La espiritualidad cristiana (en el caso del músico estonio, ortodoxa oriental) marca toda su obra, aportando la espiritualidad que combate al maldito materialismo que anega a nuestra sociedad. Escuchar Spiegel im Spiegel es sumergirse de lleno en la contemplación que sólo un eremita puede alcanzar; un ejercicio de meditación que cauteriza las heridas del alma.