martes, 27 de agosto de 2019

"El río del francés", de Daphne du Maurier.

 Temo haberme equivocado al comprar este libro. Daphne du Maurier, por si no se sabe, fue una de las mejores escritoras británicas del siglo XX, especialmente conocida por algunas obras suyas que fueron llevadas al cine por Alfred Hichtcock, entre ellas: Rebeca, Jamaica Inn o Los pájaros, grandes éxitos de la cinematografía de todos los tiempos. Sin embargo, yo me fijé en esta tipa leyendo una compilación de cuentos de la editorial Valdemar; me llamó la atención la prosa lenta, adjetivada, con muchas frases subordinadas típica de la literatura victoriana. Busqué en la red de redes por ver qué había disponible hoy en día y encontré esta novela:
  Despotrico habitualmente (alguna vez, lo reconozco, de modo injusto) de las editoriales y su visión mercantil por encima de todo. Es, aunque me duela aceptarlo, una pataleta infantil, pues es necesaria la existencia de las editoriales para que podamos seguir leyendo y, obviamente, tienen que ser rentables; pero es que son tantas las veces que se ve cómo tergiversan las obras y vidas de escritores para hacerlos más llamativos y por tanto vendibles que uno ya está harto. Con todo, he de admitir que debería fijarme más en las portadas y contraportadas de las editoriales; así podría haber leído lo que ponen en esta edición de Alba: "En una atmósfera nocturna y  brillante, repleta de infamias y peligros, esta novela respira el aliento seductor y temerario de las grandes aventuras románticas". Esa frase deja bien a las claras que esta es una novela de las llamadas "románticas", pero ¿y eso qué significa? Una cosa es el Romanticismo literario, corriente que surge a finales del XVIII como reacción frente al Neoclasicismo, que incluye entre su nómina a gigantes como Goethe, Schiller, Poe, Pushkin, Bécquer y tantos a lo largo y ancho de Europa, y otra cosa distinta es lo que voy a encontrarme en cualquier librería bajo el epígrafe "novela romántica".
  Para evitar equívocos, algunas librerías "tachan" como "novela rosa" e incluye historias borrascosas de amor que acaban triunfando pese a incontables avatares y dificultades. Aquí encontramos a centenares de autores (especialmente, autoras) que venden por millones, la mayor parte de ellas de una calidad medio-baja hacia ínfima. Pero claro, la pregunta que se plantea es: ¿todas las novelas cuyos temas principales son de tipo amoroso son novela rosa? Porque entonces tendremos que incluir a decenas de autores "serios" entre ellos. Me viene a la cabeza Henry James, uno de los grandes de la mal llamada "literatura victoriana", ejemplo de escritores, con una calidad indiscutible, y que me digan que el tema principal de Lejos del mundanal ruido no es el azaroso enamoramiento imposible entre Gabriel Oak y Bathseba Everdene... No todo es tan sencillo.
 Bueno, volviendo a El río del francés, el argumento principal es el enamoramiento arrebatado (de ahí toda la discusión anterior) entre Dona St. Columb, una joven mujer de Londres que, harta de su anodino matrimonio, busca aventuras en Cornualles, y un pirata francés. Así escrito, no puede parecer más facilón, sin embargo hay que apuntar una calidad literaria alta, en algunos capítulos a la altura de la literatura victoriana que se escribía en su país un siglo antes de cuanto esto fue escrito. Con todo, ya decía al principio, no sé si me equivoqué al comprar esta novela.