sábado, 13 de febrero de 2016

Inciso musical: música minimalista.

 Iba a titular esta entrada con el nombre del autor que más me ha deslumbrado recientemente: Ludovico Einaudi, pero supongo que, para ser justo he de incluir a otros que encajan en ese cajón de sastre llamado música minimalista.
Ludovico Einaudi
  He de reconocer que, salvo a Glass, a los demás los he conocido recientemente a través de la famosa aplicación para dispositivos móviles Spotify, en una de sus listas de reproducción llamada sospechosamente, Peaceful piano... con eso se dice todo... Pero, presunciones de superioridad cultural y tonterías al margen, esa nueva plataforma aprovechada por todos los músicos para darse a conocer a coste mínimo en cualquier punto del planeta facilita la difusión de la obra de estos genios de nuestros días, los nuevos Mozart del siglo XXI.
Max Richter
  La etiqueta de "música minimalista" que tanto rechazan algunos por su extremo simplismo, no queda tan mal a sus obras (aunque ciertamente se peque de generalización). Sus supuestas características: la repetición de frases musicales; la armonía estática, permaneciendo en un acorde de forma repetitiva; o el predominio del piano como instrumento fundamental, son comunes a todos ellos, por mucho que les disguste. 
Zoe Keating
  Con monstruos compositivos como Philip Glass o Michael Nyman como padres de la criatura, es fácil entender su penetración en la sociedad, eso y las archiconocidas bandas sonoras de películas, que pueblan nuestras anodinas vidas como si vidas de película fueran.
 Yo los escucho (sea en Spotify o no) para las tareas fundamentales de mi vida actual: leer, escribir, estudiar... ponen ese punto de calma y concentración que necesito, pero también conforman, como antes dije, la banda sonora de mi vida.
Philip Glass

Inciso cinematográfico: "The Haunting" (1963), dirigida por Robert Wise.

 Supongo que todo el mundo lo hace, al menos pudiéndose acceder hoy en día por internet tan fácilmente a películas antiguas, esto de visionar las adaptaciones cinematográficas de las obras que se está leyendo. Ya lo hice, por ejemplo, con Oliver Twist y otras muchas. El resultado a veces es descorazonador, otras, como es el caso actual, supone una cierta alegría.
 The Haunting es la adaptación de La maldición de Hill House de Shirley Jackson, dirigida y producida por Robert Wise y protagonizada por Julie Harris, Claire Bloom, Richard Johnson y Russ Tamblyn.
  Partiendo siempre del ámbito literario, busco que la película se parezca lo más posible a la novela. Es un cliché, pero normalmente la versión cinematográfica no alcanza nunca  a la versión escrita. En esta se es muy fiel a la obra literaria, se omite algo, muy poco, y no se introduce ningún elemento para hacerla más interesante visualmente. Siendo una película de terror psicológico, la fotografía juega un papel fundamental: el blanco y negro da una tenebrosidad muy afortunada y las tomas subjetivas con ángulo muy picado otorgan un aspecto casi expresionista al film, probablemente esto sea lo mejor. El reparto es más que aceptable, sobre todo Julie Harris en el papel protagonista, Eleanor Lance (cambiaron ligeramente el apellido del original, Vance), que con sus neurosis permanente es, en realidad, la que genera ese terror psicológico.
 Como curiosidad, la película fue rodada en Ettington Hall, una mansión de la campiña inglesa, algo que, junto con el coche que conduce Eleanor, un típico coche inglés de la época, choca un poco con la novela, ambientada en todo momento en Estados Unidos.
 Detalles al margen, esta es una excelente adaptación, es fiel al texto y aporta el extra que la imagen visual puede dar, siempre respetando el original.