jueves, 4 de octubre de 2018

"Pelle el conquistador", por Martin Andersen Nexo.

 Hay veces que las adaptaciones cinematográficas mejoran las novelas, muy pocas veces, excepciones, pero temo que esta sea una de ellas.
 Según reza uno de los "oráculos de Delfos de nuestros días", la famosa Wikipedia, Martin Andersen Nexo fue un comprometido comunista, que viendo que su sueño político no se concretaba en su Dinamarca natal, no dudó en emigrar hacia la República Democrática Alemana en busca de la igualdad social. Este aspecto es muy evidente en Pelle el conquistador, un relato agrio de las inaceptables desigualdades entre los terratenientes daneses y los emigrantes suecos que llevaban a la creación de una sociedad cruel y violenta que no podría devenir en otra cosa que no fuera un conflicto armado.
 Yo, desde luego, conocía al tal Martin Andersen Nexo a través de la adaptación cinematográfica de Pelle el conquistador, una excelente película protagonizada por el gran Max von Sydow el año 87 y que mereció el Oscar a la mejor película extranjera. La película es excepcional y narra con sobriedad pero también verosimilitud la terrible vida de un chico de nueve años y su padre, ambos emigrantes suecos en la más próspera Dinamarca de finales del siglo XIX. El argumento es una oda a la vida, al amor paterno-filial y la amistad. Es entrañable sin caer en el sentimentalismo facilón, y, por supuesto, Max von Sydow está inconmensurable.
 Llevo leída la mitad de la novela y... francamente, esperaba más. No quiero ser injusto, es una gran novela, pero las formas me están sacando de su lectura. Tal vez sea la traducción (de un tal Dálor Per Hoegh Henrinksen, del cual no hay rastro alguno en internet) que a veces parece muy forzada, como si hubiera sido traducido muy bruscamente, sin adaptar por completo una lengua a la otra... así, por ejemplo, es muy frecuente el uso del hipérbaton, pero sin aparente función poética, lo cual da un aspecto demasiado arcaizante del texto, cuando éste, por lo demás, no está escrito de forma demasiado "a la antigua". El uso, además, de numerosos americanismos ("tomar" por beber, términos como "pegujalero" o "cachicán") me sacan de la concentración de una buena novela. O tal vez sea que la editorial ecc, que según su página web, se dedica principalmente a publica cómics haya editado una versión cuando menos "regular" de la traducción.
 Pero, aún así, he de reconocer que, al margen de la traducción, es una buena novela. Concita la descripción de una época y un lugar (Escandinavia, finales del XIX) con la de unos personajes (Pelle y su padre, Lasse); es decir, la narración de la intrahistoria dentro de la historia, algo que, en mi opinión, supera a aquella literatura que tan solo se enfanga en la narración de unos personajes y sus circunstancias personales.