sábado, 19 de noviembre de 2016

Ahora leyendo: "Un pedigrí", por Patrick Modiano.

 Si todas las novelas de Modiano tienen mucho de autobiográfico, en esta ya lo es todo. El autor narra en primera persona la vida de sus padres y la suya propia sin cambiar nombres, más de forma apresurada, a vuelapluma, que de forma reposada. Ahora, por tanto, no son personajes desarraigados sin un futuro claro que merodean por París de forma errática. Ahora son el propio escritor y su familia los desarraigados.
  Es, tal vez, la tentación de todo escritor: poner negro sobre blanco la propia vida o la de sus familiares, sin molestarse en crear un alter ego con pequeñas modificaciones de uno mismo. En el caso del escritor francés esto era muy obvio, sus personajes se parecían de forma demasiado sospechosa a él mismo... bueno, pues ya se ha producido la metamorfosis...
  De momento me parece lo más flojo que he leído de Modiano... Me preocupa, porque, como creo haber dicho antes, las obligaciones editoriales de aquellos autores de gran éxito (especialmente los galardonados con los premios más prestigiosos) lleva a la publicación de obras muy, pero que muy, menores, muchas de ellas que tal vez no debieran haberse publicado nunca... Veremos...

Inciso cinematográfico: "Indignation", dirigida por James Schamus.

 Una película de este mismo año, con protagonistas juveniles (Logan Lerman y Sarah Gadon, ambos en sus primeros veinte) que se salva, una vez más, por el guion, que es adaptación de la novela homónima de Philip Roth.
 Como en todas las novelas de Roth, en esta también hay elementos biográficos: un chico de origen judío que se despega de la tradición de sus mayores para integrarse en la laica sociedad americana, la situación política y sobre todo social de aquel país en el momento, o las relaciones complicadas con el sexo contrario. En este caso se ambienta en la Guerra de Corea (1950-1953), y el protagonista (Markus Messner, evidente alter ego de Roth) sale de su agobiante realidad familiar como hijo único y gran promesa de su familia de clase obrera para estudiar en un "College" con normas igualmente draconianas. El choque del afán de libertad del chico y las absurdas reglas restrictivas supone el tema principal de la novela y de la película, amén de una tormentosa relación más carnal que otra cosa con una compañera de estudios. El trasfondo de la guerra es importante porque todos los chicos de clase obrera de la época tenían que demostrar que valían para estudiar y que aprovechaban sus becas si no querían ser enviados al frente de inmediato.
  Como en las novelas de Philip Roth, todo, la vida y la muerte, pasa sin grandes alharacas. La reacción del joven ante todo lo que le pasa es más de estupor e incomprensión que otra cosa. En fin, una película pasable, importante para muchos, supongo (especialmente aquellos con situaciones religiosas y sociales semejantes), pero que si es salvable es por la profundidad literaria que tiene el guion. Dicen que en el cine de Hollywood hay una profunda crisis de guionistas. Tal vez debieran seguir este ejemplo y recurrir a la literatura, contemporánea o no, para mejorar algo sus producciones.