sábado, 24 de agosto de 2013

Otro inciso cinematográfico: "Sylvia"

  Película biográfica sobre Sylvia Plath dirigida en 2003 por Christine Jeffs y protagonizada por Gwyneth Paltrow y Daniel Craig.
  Una aceptablemente buena película, con excelente fotografía, más que notables actuaciones de Paltrow y Craig, pero que falla, en mi opinión, en mostrar el talento creativo de Plath ligado indefectiblemente a su carácter depresivo. En ocasiones se presenta a Sylvia Plath como a una pobre ama de casa que se deprime porque su marido la engaña... obviamente era mucho más. Apenas se hace referencia a la coincidencia en el tiempo de la muerte del padre de Plath y la composición (y sorprendente publicación) de su primer poema; Sylvia Plath tuvo un carácter depresivo desde su prematura orfandad (algunos afirman que más bien se trataba de un trastorno bipolar con furibundas crisis maníacas en las que llegaba a escribir poemarios completos en horas y tremendas crisis depresivas como la que acabó con su vida) y, de hecho, fueron varias las tentativas de suicidio. Nada de ello es reflejado fielmente en la película.
 

Inciso cinematográfico: "The Haunting in Connecticut"

  Película clásica de terror, o al menos así la calificaría yo. Se trata de una familia, con un chico adolescente tratando un cáncer, que, por razones médicas, alquila una vieja casa en el estado de Connecticut. La casa (¡oh, sorpresa!) está encantada, o maldita, o... en muy malas condiciones, vaya (pero no en lo referente a pintura o fontanería). La casa fue una funeral  house que dicen al otro lado del Atlántico, donde se preparan los cadáveres para ser velados y se celebran funerales y demás ritos; lo malo es que el propietario de la casa no era precisamente respetuoso con los finados, sino que trataba de "manipular" sus espíritus en connivencia con un chico que ejercía como medium.
   El resultado nos lo podemos suponer: la casa tenía más habitantes que la playa de Levante de Benidorm un domingo de agosto, todos aterrorizando a los pocos vivos que trataban de sobrellevar sus complicadas vidas (léase cáncer) y deseosos de ser liberados de su eterno castigo.
  Con respecto a las formas, estas son muy pero que muy clásicas del horror psicológico: sombras que se mueven en penumbra, banda sonora que acompaña al susto padre, absoluta incompetencia para sobrevivir de los protagonistas (uno se pasa toda la película diciendo: "pero no entres ahí, hombre...") y unos efectos especiales decentes pero sin deslumbrar. Destacaré al único actor realmente conocido internacionalmente (los otros son los típicos chicos, guapos y guapas, grandes promesas cinematográficas, especialmente para sus papás), se trata de Elías Koteas, este "pavo":
   No es que sea un actor maravilloso, pero sí lo suficiente como para marcar enormes diferencias con el resto del elenco, siendo el suyo un papel secundario.
  En definitiva, una aceptable película para ver en total oscuridad y, si es posible, con alguna corriente de aire en la casa que permita que se muevan los visillos o se cierre repentinamente alguna puerta... si no es así, puede ser ciertamente mediocre.