miércoles, 24 de julio de 2019

"Brujas de viaje", una novela del Mundodisco, por Terry Pratchett.

 Decimosegunda entrega de esa fina ironía que es el Mundodisco de Terry Pratchett. La Gran Tortuga cósmica A'Tuin vaga por el multiverso, con cuatro gigantescos elefantes en su concha, sobre los que descansa el Mundodisco. Esta novela continúa la saga de las brujas, siendo la tercera con estos personajes como principales. Yaya Ceravieja, Tata Ogg y Magrat Ajostiernos reciben la varita mágica de un hada madrina moribunda, y se embarcan en un viaje para salvar a su ahijada. 
  La sorna del genial Pratchett recae aquí sobre los cuentos populares, que, en realidad, son un inmenso pozo de sabiduría humana. Y como todo lo humano, están preñados de estereotipos, de convenciones sociales y de rasgos coyuntares de las distintas civilizaciones (principalmente, claro está, la occidental). Claro, póngase a un tipo tan brillante, tan imaginativo y tan sarcástico como Pratchett a sacar punta a conceptos tan ñoños y archiconocidos como el príncipe azul, la madrastra o el hada madrina y el resultado es espectacular y desternillante. Además, en Brujas de viaje se ridiculiza ese hábito tan nuestro (de los que hemos vivido en los siglos XX y XXI) de viajar en atestados aviones a un precio que no nos podemos permitir para pasar cuatro días en un supuesto paraíso turístico y volver después a nuestra rutina, sintiéndonos agotados y más pobres de lo que nos fuimos; esto es: vacacionar. Las brujas, cual turistas de tres al cuarto, se sorprenden con el esfuerzo que supone viajar y lo poco que entienden las costumbres foráneas. En un fragmento delicioso, Pratchett sitúa a las tres protagonistas frente a un encierro en mitad de una calle ¿nos suena?
 En fin, otra aventura descacharrante más del inglés, que ha de ser leída con los ojos de un niño pero de con el alma de un viejo que ya haya vivido varias décadas en esta ridícula sociedad humana. Autores como Pratchett, que ridiculizan nuestras  vanidades,  permiten seguir alentando con una sonrisa en la cara.