domingo, 28 de octubre de 2018

"Recuerdos durmientes", de Patrick Modiano.

 Otro más de Patrick Modiano... la misma sensación de deja vu... ¿esto lo he leído ya o era algo muy parecido? Con este tipo nunca se sabe... Todos sus novelas ambientadas en un París fantasmal, pobladas por gentes lánguidas que aparecen y desaparecen  y que, décadas después, se reencuentran como quien no quiere la cosa, apenas reconociéndose y callando oscuros secretos compartidos. Alguno diría que Modiano ha escrito la misma novela decenas de veces...
 Y, sin embargo, tiene algo de hechizante. Patrick Modiano no es un gran escritor, por mucho que la augusta organización que reparte los premios Nobel tenga otra opinión. Es demasiado repetitivo y vulgar para ser distinguido con un premio tan prestigioso... o lo contrario, que ya he repetido hasta la saciedad: si lo merece él, lo merecen cientos de escritores más... Yo, la verdad, no sabría decir que es lo que me atrae de él, quizás su actitud no moralista. En todas sus novelas los personajes son siempre gentes al límite de la marginalidad, algunos cayendo directamente en ella; sus vidas azarosas y de negro futuro son narradas con la asepsia de un forense, sin juicio moral alguno. Esto da una sensación de libertad que pocas veces se alcanza cuando el autor, omnisciente o no, deja claro su actitud ante su criatura, es un poco como jugar a ser Dios con tus propios personajes. Modiano está por encima de esa posición, como alguien que juega con un terrario de hormigas viendo cómo éstas se afanan en llevar vidas pequeñas y trágicas que pueden acabar en cualquier momento.
 El resultado, ya digo, es muy atractivo, pero no tanto como para concitar tanto halago.