miércoles, 12 de diciembre de 2012

Lecturas de juventud: "Corazón", de Edmundo De Amicis

  Típica lectura juvenil hasta hace varias décadas atrás, quizás mi generación fue la última que tuvo a los lacrimógenos personajes de De Amicis como ejemplos a seguir.
   "Corazón" pasa por ser la obra fundamental de Edmundo De Amicis, es un supuesto diario de un niño, Enrico, que narra sus aventuras y desventuras en el colegio, con sus padres y compañeros. El resultado puede parecer un poco ñoño para nuestros tiempos, lacrimógeno incluso: los personajes están muy estereotipados, se promueve las virtudes más típicas de la época en que fue escrita (1886), es decir la capacidad de sacrificio, la honradez, la amistad, el patriotismo... todo para mostrar la etapa escolar como fase de formación de buenos ciudadanos.
   Edmundo de Amicis fue considerado un "escritor católico" pues promovía en sus novelas esas virtudes cristianas, con lo cual tuvo un enorme éxito, además de en su país, en el nuestro y otros del entorno. Cierto es que, comparando con las lecturas juveniles de la actualidad, parece demasiado naif, demasiado inocente... pero no puedo recordar aquellas historias sin nostalgia. Por cierto, en "Corazón" se insertan relatos que los niños tenían que estudiar, entre los cuales se encuentra uno que todos recordaremos: "Marco, de los Apeninos a los Andes".

Lecturas de juventud: "Los gozos y las sombras" de Gonzalo Torrente Ballester

  En una edición de bolsillo de Alianza Editorial, que tengo tan gastadas que no se leen bien las portadas. La trilogía de Torrente Ballester: "El señor llega", "Donde da la vuelta el aire" y "La pascua triste" fue una compañía de mis diecisiete o dieciocho años, ¡qué gran compañía!
 La primera novela en concreto, "El señor llega", la habré leído seis o siete veces (es raro que relea narrativa, no así poesía). Me recuerdo a mí mismo leyendo (sumergiéndome, mejor dicho) en los entresijos sociales de Pueblanueva del Conde, con una realidad que se extingue (la de los señoríos cuasi feudales -representados por doña Mariana-), otra que surge (la del liderazgo fascista -encarnado en Cayetano Salgado-), la "tercera vía", (la del anarquismo -con la persona de Juanito Aldán-); leía embelesado,  admirando a Carlos Deza y detestando las manipulaciones de doña Mariana y de Cayetano... en mi opinión la mejor obra de uno de los grandes de la literatura en castellano.
   En los primeros ochenta, TVE hizo una serie de trece capítulos basada en la trilogía, como suele ser habitual, la obra literaria tiene muchos más matices y complejidades, pero aún así, la serie era espléndida, capta los cambios sociales y los personajes están espléndidamente representados por Eusebio Poncela, Carlos Larrañaga, Amparo Rivelles, Charo López o Santiago Ramos entre otros.

Ahora leyendo: "El hombre que fue jueves" de G.K. Chesterton

  Recuerdo haber leído en mi juventud (casi diría adolescencia) "El Napoleón de Notting Hill", incluso recuerdo quién fue el compañero de colegio que me lo recomendó. Supongo que no entendí nada, pues desde luego no es para leer a los catorce o quince años. 
  Siempre oí hablar de Chesterton, críticas positivas y negativas, tanto en lo personal como en lo exclusivamente literario, así que comencé por este:
   De Chesterton, aparte de lo antes citado, conocía las peripecias del "padre Brown" por televisión (TVE emitió la serie de la BBC a principios de los 80), me pareció las típicas historias detectivescas anglosajonas sin mucho interés; casualmente, esto no lo supe hasta más recientemente, el cura Brown era párroco en Bradford, ciudad inglesa en la que yo viviría décadas después y donde conocería a la que hoy es mi mujer... casualidades de la vida...
   Había leído también sobre las peripecias espirituales de Chesterton, nacido y criado en una familia de estable racionalismo ateo, migró hacia el Anglicanismo primero, para convertirse al Catolicismo en su madurez. Quizás sea por su inquietud espiritual, quizás por cierta indefinición en muchas sentencias, Chesterton ha sido definido en el mundo literario anglosajón como "the prince of paradox", sus textos tienen tantas interpretaciones como lectores, veremos cuáles son las mías...