lunes, 24 de diciembre de 2012

Albert Camus

  Otro de los grandes de la literatura francesa, también fenómeno mediático.  Reconozco que antes de leerlo tenía serias dudas, precisamente por si más que un fenómeno literario lo era editorial (esto es, un producto bien vendido más que un buen producto). Lo leí. Me equivocaba, disfruté mucho con su visión de la sociedad que retrata, que no cabe duda, es la mía, con su falsedad e hipocresía burguesa. No tengo claro que mereciera el Nobel de literatura (con solo 44 años), al menos si lo mereció él, lo habrían merecido cientos de autores que no lo recibieron.
   Camus es, para mí, el escritor de la alienación, de una sociedad formada por hombres y mujeres autistas, que siguen adelante sin mirarse dentro, cercenando su capacidad de sentir; también es el escritor de la sociedad moderna, sin Dios alguno (por mucho que  las iglesias, mezquitas, sinagogas y demás templos estén llenos), la sociedad moderna no tiene Dios, pues el hombre ha usurpado su lugar; en el pasado los hombres no trataban de hacer o no hacer, todo lo dejaban en manos de Dios..."Dios lo quiere así", ahora (repito, por mucho que la mayoría se declare creyente), se considera que somos capaces de hacer todo, que todo depende de nosotros, lo bueno y lo malo, en definitiva hemos pasado de un extremo al otro, pura ley del péndulo, y por supuesto ambas situaciones extremas están equivocadas. 
 La peste es una novela de fácil lectura, sin grandes exigencias... aparentemente. Narra la labor de unos médicos que trabajan desbordados en una epidemia en Orán (por cierto ciudad natal de Camus, un Pied-Noir); se tiene la sensación de que los protagonistas son incapaces de luchar contra la peste, pero lo siguen haciendo, ellos solos, abandonados de todos. Los críticos la calificaron de existencialista, aunque  Camus no lo aceptó, desde luego, muestra a unos hombres abandonados a su suerte, sin principio teísta alguno, que basan su vida en la solidaridad y el apoyo mutuo.