domingo, 12 de abril de 2015

"Moby Dick", adaptación al cómic de Olivier Jouvray y Pierre Alary.

 No se me ocurre mejor subgénero narrativo que el de las grandes novelas de aventuras, típicamente del siglo XIX, para ser "pasado" al cómic. Ahora tengo entre mis manos la inmortal obra de Melville, Moby Dick, pero podía ser toda la obra de Verne, Stevenson, Salgari, Conrad, Kipling... Son ideales por sus destinatarios: jóvenes lectores o no tan jóvenes que recuerden tiempos pasados y que conforman la clientela típica de los cómics; son también ideales por el tipo de prosa, realista, sin grandes complicaciones en la adjetivación; pero sobre todo son ideales porque la temática, la aventura, parece ir que ni pintada para la novela gráfica, recordemos que los grandes héroes de cómic, tanto juvenil como adulto, Tintín, Corto Maltés, por no hablar de todos los superhéroes, viven grandes aventuras.
  Por supuesto, todo depende de cómo se adapte el texto original y la calidad del ilustrador. En el caso de Moby Dick el guión de Jouvray es muy fiel a la novela de Melville (en verdad, la novela es difícilmente mejorable), y las ilustraciones de Alary son verdaderamente espectaculares, muy a propósito de los idílicos paisajes oceánicos por los que navega el Pequod.
  Una gran obra. No me importaría lo más mínimo que las grandes editoriales norteamericanas y europeas fomentaran el "paso a cómic" de todas las mejores obras de aquellos autores, aunque solo fuera por tener en otro formato cultural las enormes novelas de aventuras del XIX.