jueves, 17 de enero de 2013

Günter Grass y Heinrich Böll

  Algunas semejanzas y muchas diferencias entre estos escritores. Para el público general, más aún el español, es más conocido Grass, quizás por haber sido premiado con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1999. Entre las semejanzas, que ambos tienen toda su obra en alemán; que ambos pertenecen a la llamada "literatura de escombros" (aquélla que se produjo en la Alemania de posguerra) y que ambos son Premio Nobel, Böll en el 72 y Grass en el 99; los dos han mantenido una posición consciente sobre "Alemania y lo alemán" en la segunda mitad del siglo XX, en la misma dirección, hacia posiciones políticamente progresistas.
   Los dos han utilizado sus infancias y juventudes en la creación de sus novelas, desde luego con un sentido muy crítico a lo que aquella sociedad se vio obligada a vivir: el fanatismo político y racial. Y sin embargo, son dos personas diferentes, era de esperar, también hay grandes diferencias, tanto en su forma de narrar como en los temas tratados.
   Pero, en mi opinión, una diferencia más que notable es la honradez con la que Heinrich Böll se refirió a su paso como miembro poco importante por las hordas hitlerianas; no hay afán de ocultar nada, lo muestra con naturalidad, sin complejo... y por ello se puede entender desde la óptica de un país entero llevado a la barbarie por un puñado de enloquecidos. En el caso de Grass siempre fue extraño que negara con tanta contundencia este hecho, era extraño porque difícilmente un joven ario nacido en 1927 se podía haber librado de un reclutamiento forzoso, tanto negar, tanto negar... finalmente se comprobó que había pasado por las Waffen-SS durante unos pocos meses de su vida y que, por supuesto, lo había hecho obligado por las brutales circunstancias del momento. Todo queda comprendido cuando, además, en ambos escritores se toca el pasado sin grandes complejos, con afán de superación y despreciando aquellas nefastas décadas para Alemania y Europa, así que... ¿por qué tanto negar la evidencia? Así los amantes de las polémicas tenían materia de sobra; quizás sea la diferencia de personalidad, que permite a unos asumir más fácilmente que a otros una parte difícil del pasado, ¡quién sabe!