sábado, 14 de noviembre de 2015

Endechas (Cancionero castellano)

Parióme mi madre
una noche escura,
cubrióme de luto,
faltome ventura.


Cuando yo nascí,
era hora menguada,
ni perro se oía,
ni gallo cantaba.


Ni gallo cantaba,
ni perro se oía,
sino mi ventura
que me maldecía.


Apartaos de mí,
bien afortunados,
que de sólo verme,
seréi desdichados.


Dixeron mis hados,
cuando fui nascido,
si damas amase
fuese aborrecido.


Fui engendrado
en signo nocturno,
reinaba Saturno
en curso menguado.


Mi lecho y la cuna
es la dura tierra;
crióme una perra,
mujer no, ninguna.


Muriendo, mi madre,
con voz de tristura,
púsome por nombre
hijo sin ventura.


Cupido enojado
con sus sofraganos
el arco en las manos
me tiene encarado.


Sobróme el amor
de vuestra hermosura,
sobróme el dolor,
faltóme ventura.

Sem Tob de Carrión (1290 - c.1369)

 Hablando de la narrativa creada por judíos askenazíes (más o menos adheridos a su religión y tradición cultural) como Sholem Aleijem, los propios Joseph Roth o Stefan Zweig y tantos otros, lamento que, debido a la brutalidad del siglo XX (crasa estupidez, los siglos no son brutales, los brutales son los hombres que los habitan), esa cultura judía fue barrida del crisol cultural europeo... y creo que no me equivoco ni un ápice... Sin embargo, a veces olvidamos que en nuestro país convivían (de forma precaria, no soy ningún "buenista" fan de lo políticamente correcto) tres culturas que también fueron reducidas a un solo color. Para recordarlo traigo a un judío español, corrijo, un judío castellano (no existía España todavía), Sem Tob, de la actual provincia de Palencia.

Imagen tomada de Wikipedia
 Sobre la vanidad del esfuerzo humano.

Non sabe la persona
torpe que se baldona
por las priesas del mundo
qué nos da a menudo;

non sab que la manera
del mundo ésta era:
tener siempre viçiosos
a los ombres astrosos,

e ser d'él guerreados
los omnes onrados.
Alça los ojos, cata:
verás en la mar alta,

e sobre las sus cuestas
andan cosas muertas,
e yacen çafondadas
en él piedras presçiadas;

e el peso así
avaxa otrosí
la más llena balança
e la más vazia alça.

En el çielo estrellas
e sabe cuentas d'ellas
non escuresçen una
sinon el sol y la luna.