Parióme mi madre
una noche escura,
cubrióme de luto,
faltome ventura.
Cuando yo nascí,
era hora menguada,
ni perro se oía,
ni gallo cantaba.
Ni gallo cantaba,
ni perro se oía,
sino mi ventura
que me maldecía.
Apartaos de mí,
bien afortunados,
que de sólo verme,
seréi desdichados.
Dixeron mis hados,
cuando fui nascido,
si damas amase
fuese aborrecido.
Fui engendrado
en signo nocturno,
reinaba Saturno
en curso menguado.
Mi lecho y la cuna
es la dura tierra;
crióme una perra,
mujer no, ninguna.
Muriendo, mi madre,
con voz de tristura,
púsome por nombre
hijo sin ventura.
Cupido enojado
con sus sofraganos
el arco en las manos
me tiene encarado.
Sobróme el amor
de vuestra hermosura,
sobróme el dolor,
faltóme ventura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.