lunes, 14 de enero de 2013

Borges y Bioy Casares

  Que Jorge Luis Borges es uno de los escritores más influyentes en la literatura contemporánea, especialmente en lengua española, espero que nadie lo dude; leyendo El Aleph, es difícil encontrar un dominio del lenguaje al tiempo que una imaginación tan fértil; en mi humilde opinión, Borges es el mejor cuentista en lengua castellana junto con Cortázar. El enorme talento de Jorge Luis Borges confluye con una bárbara capacidad creativa como el Amazonas se une al río Negro, para generar el mayor río del planeta, así de tremendo es Borges; unido esto a su humildad, le hace ser un escritor fuera de toda comparación.
   Es bien conocida la amistad que mantuvieron Borges y Adolfo Bioy Casares, aún siendo este último más joven (Bioy había nacido el mismo año que Cortázar, el 14, mientras que Borges en el 99); de hecho, Borges y Bioy llegaron a firmar conjuntamente un buen puñado de obras. Bioy llegó a escribir novela, cosa que Borges, o bien no se atrevió o decidió no publicar, lo cierto es que, espero no ofender a nadie, había una enorme diferencia de talento entre ambos.
  De Bioy Casares es más recordado La invención de Morel, del que, por cierto, Roberto Bolaño dijo que era una obra que cambiaba todo el panorama narrativo... me parece demasiado generoso por parte del chileno. Las obras de Bioy son imaginativas, talentosas, formalmente muy bien escritas, pero carecen de la genialidad de las de Borges. Ambos eran de un extracto social semejante, gente que no tenían que "ganarse la vida" de forma imperiosa, que pudieron desarrollar sus aptitudes sin tener que malgastar tiempo vital en penosas tareas, todos nos hemos beneficiado de esas circunstancias, pero sin duda recordaremos más a Borges que a Bioy.
  Hablando de fenómenos literarios en contraposición a fenómenos editoriales, no me cabe duda de que muchos autores fueron subidos al carro (más que ellos se subieran) del éxito de aquel llamado "Boom latinoamericano", quizás habremos de nombrar a Bioy o a Mario Benedetti, grandes escritores no obstante, pero no a la altura de Borges o Cortázar.