martes, 18 de junio de 2019

Conclusiones tras leer "Ve y pon un centinela".

 Sorpresa mayúscula, he de admitirlo. Tenía pocas esperanzas para esta novela... prejuicios, siempre prejuicios... Me paso la vida criticando a aquéllos que considero prejuiciosos o, al menos, apresurados en su juicio y yo mismo soy el primero en caer en el más frecuente defecto de la humanidad. Sin haber leído Matar a un ruiseñor, cuya adaptación cinematográfica me pareció hermosísima pero un tanto ingenua, consideré que esta "continuación" sería igualmente cándida y bienintencionada (buenista diríamos hoy). Pero no, Ve y pon un centinela no tiene nada de simple, de hecho es bastante más interesante de lo que prejuzgué.
Nelle Harper Lee. Imagen tomada del sitio coacheshotseat.com
  Ve y pon un centinela es una novela interesantísima en el ámbito de las relaciones sociales pero también en las de crecimiento personal y relación padre-hijo. El trasfondo social de la novela es el cambio sociocultural que se establecía a toda velocidad tras la Segunda Guerra Mundial en el profundo Sur de los Estados Unidos; pero en los últimos capítulos de la novela (atención, "spoiler") el enfrentamiento entre Jean Louise (Scout) y su padre (Atticus) permite la freudiana muerte del padre a manos del hijo para poder afrontar la madurez intelectual. Todo narrado con amenidad pero a la vez profundidad... una gran novela, la verdad. 
 Prometo leer en un futuro cercano Matar a un ruiseñor, aunque tras haber leído esta continuación tal vez me parezca un poco infantil... ¡Maldición, otra vez estoy prejuzgando!