viernes, 19 de enero de 2024

"Breakdowns", un cómic de Art Spiegelman.

  Hay autores famosos que, en realidad, sólo tienen una obra memorable, siendo el resto morralla olvidable; da igual que sean escritores o historietistas. Es el caso de Art Spiegelman, el creador de Maus, uno de los mejores cómics de toda época, si no el mejor. En Maus, Spiegelman relata las terribles experiencias de sus padres durante la ocupación nazi de Polonia, su reclusión en el campo de exterminio de Auschwitz, su supervivencia en condiciones extremas y la vuelta a la vida en Estados Unidos. Es un argumento tan brutal que cuesta asumirlo como propio de seres humanos (hasta que se ve un informativo de un día cualquiera con la relación cotidiana de guerras, desastres y asesinatos con los que se entretiene el mono con pantalones), pero, además, la calidad técnica de los dibujos es altísima, muy elaborada (en la técnica clásica de la línea clara), de extrema originalidad (representando a los judíos como ratones, los nazis como gatos, los americanos como perros, los franceses como gatos, los suecos como ciervos, los polacos como cerdos y los gitanos como insectos). Es una obra que impacta, aunque no gusten los tebeos, llega al corazón. Diría que si fuera un texto literario tendría un gran valor (según la calidad de la técnica literaria, claro) pero con esos extraordinarios dibujos lo convierten en un clásico imprescindible.
 Tan alto es el nivel de Maus, que periódicamente me obligo a pensar que este tal Art Spiegelman tiene que haber creado algo más de calidad. Tras comprobarlo una y otra vez, constato que me equivoco. Spiegelman no ha creado nada que se acerque remotamente a Maus.
 En esas comprobaciones está este tomo de gran formato llamado "Breakdowns" (traducible por "crisis mentales", "colapsos") publicado en 1978, en el que Spiegelman, entonces de unos treinta años, busca su estilo literario y artístico entre serios problemas de salud mental. Por aquella época ya estaba trabajando en Maus, que sería publicado en 1991 en un solo tomo. Mientras tanto, Breakdowns es un típico "cómic underground" estadounidense de la época, que trata de subvertir la sociedad de su momento. No olvidemos que estos tebeos surgen a finales de los sesenta y tienen su momento álgido en la primera mitad de la década siguiente, perdiendo fuerza en los ochenta. Es decir, surgen con un cambio tremendo y sin vuelta atrás de la sociedad estadounidense y occidental en general.
 Pero la propia idiosincrasia de los cómics "underground" era autodestructiva, pues a la vez que apuntaban como lectores a enormes capas de la sociedad, su afán de provocar y romper moldes los llevaba a una clara marginalidad. En esos tebeos se incluían escenas que, ayer y hoy, pueden ser tildados de pornográficos, por ejemplo. Nada más rompedor y provocador que el uso de la pornografía para remover las aburguesadas conciencias. 
 En todo eso se mueve Breakdowns, pero con una calidad literaria y artística baja. Incluye, no obstante, unas páginas memorables: precisamente las que incluyen una historia del ámbito de Maus, con los mismos dibujos. Lo demás, no interesa.