viernes, 22 de diciembre de 2023

"Poetry Is...", by Grant Snider. (www.incidentalcomics.com)

 

Image taken from the site www.incidentalcomics.com

Inciso musical: concierto de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León dirigida por Elim Chan. Obras de Anna Clyne, Franz Liszt y Stravinski.

  Sexto concierto de abono de la temporada de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León, que en esta ocasión (y habrá otras, pues es la directora invitada para la temporada 2023-2024) está dirigida por la directora hongkonesa Elim Cham. El programa de hoy lo tiene todo: brillante música culta contemporánea, melodías románticas a piano y la espectacularidad sinfónica de Stravinski.
 Igual que Cham es directora invitada, Anna Clyne es la compositora invitada para la temporada. Por ello es la segunda obra que se disfruta, y será representada otra vez. Esta noche escuchamos This Midnight Hour (Esta medianoche), una composición de quince minutos de una notable brillantez. Según parece, la compositora londinense se inspiró en un poema de Juan Ramón Jiménez y otro de Baudelaire para componerla. La del andaluz es el titulado La música, que es este breve texto:

¡La música;
-mujer desnuda,
corriendo loca por la noche pura!-

 Por su parte, el poema del francés es el titulado Harmonie du Soir, incluido en su famosísimo Las flores del mal y su primera estrofa es la siguiente:

He aquí que llega el tiempo en que vibrante en su tallo
Cada flor se evapora cual un incensario;
Los sonidos y los perfumes giran en el aire de la tarde.
¡Vals melancólico y lánguido vértigo!

 Es una composición harto extraña, dividida en dos mitades: la primera con unos choques armónicos brutales, que rozan la atonalidad; la segunda parte es más convencional, con unas oleadas sonoras que dan esa brillantez de la que antes hablaba.
 Después una de las obras más reconocibles de Franz Liszt, el Concierto para piano nº 1 en Mi bemol mayor. El virtuoso ha sido esta noche el pianista ruso Alekxéi Volodin, que ha conseguido levantar al público de sus asientos en un aplauso que se ha prolongado varios minutos. De todas formas, a pesar del protagonismo del piano, el propio Liszt lo consideró un concierto sinfónico, pues la orquesta no es en absoluto una mera acompañante. Como buena obra de compositor romántico, el Concierto para piano nº 1 contiene verdaderas acrobacias pianísticas, pero también melodías arrebatadoras y apasionadas. El resultado final es una obra completa, total.
 Y, hablando de obra completa y total, tras el descanso toca el Pájaro de fuego de Ígor Stravinski. Siendo un ballet, uno podría esperar que las necesarias imágenes que proyectan los bailarines se echarían de menos, restando gran espectacularidad a la música, pero ésta es tan apabullante que no se echa en falta en absoluto las imágenes visuales de la danza. Y es que Stravinski crea una obra en la que no hay punto débil. Cabe decir que todas las familias instrumentales tienen su protagonismo: el viento metal es dominante por momentos, pero luego la melosidad del viento madera toma su importancia, sin desmerecer la omnipresencia de la cuerda y, por supuesto, la espectacularidad de la percusión. Es, ya digo, una obra total, envolvente y sugerente que pinta ideas en la cabeza del espectador sin necesidad de imágenes. En esta ocasión, la OSCyL ha estado acompañada por miembros de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León Joven, músicos ya suficientemente preparados que tan sólo son simplemente más jóvenes. La representación que dirige Elim Cham la vuelve más espectacular cuando sitúa a músicos de viento metal en las esquinas del auditorio, entre el público, consiguiendo un efecto estéreo mucho más impresionante.
 En fin, un concierto para disfrutar de la deslumbrante labor de una orquesta sinfónica. Reconozco que, por mi carácter, disfruto más del intimismo de la música de cámara, pero no puedo negar la fastuosidad sinfónica.

Solsticio de invierno

 

Brueghel "el Joven", Pieter. (1601). Paisaje nevado con patinadores y trampa para pájaros. Óleo sobre tabla. Museo del Prado. Madrid.
Imagen tomada del sitio www.museodelprado.es

Salmo 103

 Dios ama y perdona
1 De David.
Bendice, alma mía, al Señor, | y todo mi ser a su santo nombre.
2 Bendice, alma mía, al Señor, | y no olvides sus beneficios.
3 Él perdona todas tus culpas | y cura todas tus enfermedades;
4 él rescata tu vida de la fosa, | y te colma de gracia y de ternura;
5 él sacia de bienes tus días, | y como un águila | se renueva tu juventud.
6 El Señor hace justicia | y defiende a todos los oprimidos;
7 enseñó sus caminos a Moisés | y sus hazañas a los hijos de Israel.
8 El Señor es compasivo y misericordioso, | lento a la ira y rico en clemencia.
9 No está siempre acusando | ni guarda rencor perpetuo;
10 no nos trata como merecen nuestros pecados | ni nos paga según nuestras culpas.
11 Como se levanta el cielo sobre la tierra, | se levanta su bondad sobre los que lo temen;
12 como dista el oriente del ocaso, | así aleja de nosotros nuestros delitos.
13 Como un padre siente ternura por sus hijos, | siente el Señor ternura por los que lo temen;
14 porque él conoce nuestra masa, | se acuerda de que somos barro.
15 Los días del hombre duran lo que la hierba, | florecen como flor del campo,
16 que el viento la roza, y ya no existe, | su terreno no volverá a verla.
17 Pero la misericordia del Señor | dura desde siempre y por siempre, | para aquellos que lo temen; | su justicia pasa de hijos a nietos:
18 para los que guardan la alianza | y recitan y cumplen sus mandatos.
19 El Señor puso en el cielo su trono, | su soberanía gobierna el universo.
20 Bendecid al Señor, ángeles suyos, | poderosos ejecutores de sus órdenes, | prontos a la voz de su palabra.
21 Bendecid al Señor, ejércitos suyos, | servidores que cumplís sus deseos.
22 Bendecid al Señor, todas sus obras, | en todo lugar de su imperio. | ¡Bendice, alma mía, al Señor!