sábado, 9 de febrero de 2013

Librerías con encanto: "Waterstone's" en Bradford

  Pasé unos meses de mi vida en Bradford, West Yorkshire, Inglaterra, una ciudad del Norte, cerca de Leeds. Lo cierto es que la ciudad no es precisamente un paraíso: alta conflictividad social con una minoría (quizá cerca de la mitad de la población en el downtown) musulmana privada de facto de derechos; alto índice de desempleo; terrible tasa de fracaso escolar... quizás la peor ciudad del Reino Unido; pero allí se produjeron una serie de cambios que me marcarían para el resto de mi vida.
  Waterstone's es una de las mayores cadenas de librerías de aquel país, grandes tiendas, miles de empleados, edificios insulsos... ¿edificios insulsos? Será en otras ciudades, porque en Bradford es el Wool Exchange Building, esto es, un edificio neogótico construido en el siglo XIX para el comercio de las lanas y otros tejidos... todo esto porque hay carteles que así rezan, si no parecería una iglesia con trazas de catedral.
   Si el edificio es impresionante por fuera, más lo es por dentro, la superficie diáfana está llena de estanterías que permiten perderse entre sus miles de libros, mientras grandes vidrieras permiten el paso de la escasa luz natural, escasa comparando con la luz que disponemos en Iberia... Para hacer más agradable la visita, en zonas hay dispuestos sofás y sillones que permiten sentarse para hojear los libros con total tranquilidad... ¡Una verdadera gozada! 
     El piso de arriba del edificio está ocupado por una cafetería Starbucks, sí, esa cadena americana que está en más de medio mundo y que ha sido acusada de monopolizar el mercado en muchas ciudades estadounidenses. Allá por el año 99, cuando estuve en Bradford, no había ningún Starbucks en España, y la novedad de tomarse sus capuchinos en un cómodo sofá era una verdadera sorpresa; por otra parte, permitían subirte algún libro de la librería, con lo que el café tenía un valor añadido extraordinario.
  Nunca defenderé a las grandes empresas que imponen sus modos a los mercados y acaban por "fagocitar" a las pequeñas, pero he de reconocer que esta combinación de Waterstone's y Starbucks, al menos en Bradford, es realmente maravillosa. Probablemente el mejor rincón de aquella atormentada ciudad.

Ahora leyendo: "Molloy" de Samuel Beckett

  Seguimos con lecturas complejas, con experimentación en la escritura... empiezo Molloy de Samuel Beckett.
   Primera cosa que leo de Beckett, solo le había conocido por su obra teatral más famosa, Esperando a Godot; la vi en el Valle Inclán, del Centro Dramático Nacional, hace unos años, parece que ahora la vuelven a reponer, de hecho es un verdadero clásico del teatro contemporáneo (valga la contradictio in terminis). Esperando a Godot te deja un tanto "turulato", realmente no hay trama, no pasa gran cosa, simplemente dos mendigos hablan sobre la llegada de Godot, que nunca llegará... es una metáfora de la existencia tediosa y sin sentido que todos llevamos en una u otra medida.
   Bueno, pues empiezo con Molloy. Es el primer volumen de una trilogía, seguida por Malone muere y por El innombrable. Parece que también es atípica, al menos en su forma, pues los monólogos interiores son la esencia de la novela, en detrimento de la acción o diálogos... veremos...