domingo, 29 de marzo de 2015

Ahora leyendo "Los viajes de Tuf", por George R. R. Martin.

 Por supuesto, todo el mundo conoce a George R. R. Martin. Yo también he seguido la adaptación televisiva de Juego de tronos, aunque en versión original, pero he de admitir que este tipo de literatura no es mi favorita. Sin embargo, con la antología de relatos apocalípticos de Valdemar, descubrí a un Martin que me pareció más original que el de Juego de tronos. El relato recogido por valdemar era Oscuros, oscuros eran los túneles, un excelente relato de 1973 en los que dos civilizaciones postapocalípticas se encuentran en los túneles en los que una de ellas vive. Tanto me gustó el relato que me animé a leer una obra completa de este autor, esta:
  Los viajes de Tuf no tiene nada que ver con caballeros medievales... lo digo por lo absolutamente desafortunado de la elección de la portada por parte del Grupo Editorial Zeta. No, Los viajes de Tuf son, en realidad, siete relatos sobre la vida de Haviland Tuf, un comerciante metido a "ingeniero ecológico" que gobierna una peculiar nave espacial, el Arca; es, por tanto, ciencia ficción espacial. Será que los del Grupo Zeta quieren aprovechar el tirón de Juego de tronos desinformando a sus posibles lectores.
  Llevo dos relatos leídos, y la sensación es agridulce. Por un lado es una lectura fácil y que, en algunos momentos, logra atrapar con aventuras no muy lejanas (en lo temático, nunca en la calidad) de las de Julio Verne o Robert Louis Stevenson; por otro lado (ahora me arrepiento de haber citado a Verne y a Stevenson) los personajes son demasiado planos y las aventuras excesivamente simplonas... No está mal, pero no me llena. 
 Reconozco que cuando visioné Juego de tronos, al terminar cada capítulo pensaba que no estaba mal pero que no vería los siguientes... y sin embargo acabé por visionar las cuatro temporadas. Con Los viajes de Tuf me está pasando algo semejante: sigo leyendo aunque no creo que repita con George R. R. Martin.