Probablemente sea Howard Philips Lovecraft el autor contemporáneo (más o menos contemporáneo) que está disfrutando (o sufriendo, según se mire) de un mayor número de reinterpretaciones y modificaciones de su obra. Tal vez esto no sea injusto, el propio Lovecraft creó ese grupo de amigos que intercambiaban historias y relatos y que más tarde sería conocido como "círculo de Lovecraft"; por otra parte, "el solitario de Providence" no dejó hijos, sobrinos ni casi amigos, con lo cual a nadie puede importar que se aprovechen de su narrativa. Admito tener sentimientos encontrados: por un lado, siendo yo mismo alguien que, a duras penas, consigue poner en negro sobre blanco sus propias ideas, me repugna la idea de que unos espabilados se lucren con las ideas de otros; on the other hand, disfruto como el que más con refritos "lovecraftianos" y, de hecho, Alan Moore es uno de los escritores más capacitados para llevarlos adelante... En cualquier caso, compré el cómic, aquí está:
Alan Moore es un tío especial: capaz de lo mejor y lo peor; es un revitalizador del cómic, renacido como "novela gráfica", dando al subgénero un impulso que, al menos en Europa, es notable y diferenciador de todo lo anterior; pero también fue el continuador de la saga ultraconservadora de los superhéroes de Marvel, grandes esbirros del sistema que a todos nos oprime (esto mismo, con otras palabras, claro, lo admitía el propio Moore).
Providence es, pues, una revisión de los relatos de Lovecraft, yo diría que hecha de memoria, con elementos absolutamente inconfundibles del americano, pero con el desparpajo y la provocación propios del inglés. Así, por ejemplo, en el cómic hay referencias más sexuales que eróticas muy explícitas, algo impensable en el asexuado Lovecraft. Providence se presenta como la continuación de otro cómic "lovecraftiano" firmado por Moore, Neonomicon (juego de palabras obvio entre el libro prohibido "Necronomicón" y el "nuevo cómic" -neo comic-), ambos publicados en España por Panini Comics.
La ilustración corre a cargo de Jacen Burrows, un clásico del cómic americano a pesar de su juventud, que publica siempre en Avatar Press. Su estilo realista y barroco es perfecto para estas historias "lovecraftianas". En definitiva, un buen método de revivir algo que no puede morir pues with strange aeons even death may die y olvidarse de purismos con alguien, el solitario de Lovecraft, que fue todo menos purista.