Segunda parte de la Trilogía de la Primera Guerra Mundial de Remarque, la más larga, más de cuatrocientas páginas. Ambientada en la Alemania de posguerra, el personaje, álter ego del autor, es un joven retornado de la contienda en un país dolorido y convulso. A diferencia de la primera novela, Sin novedad en el frente, el protagonista se llama Robert Lohkamp, no Paul Bäumer. En todo caso, sigue la narración en primera persona.
Tal vez he leído demasiado poco (solo tres capítulos), pero, de momento, no encuentro de forma muy explícita "qué significó para aquellos soldados volver de la guerra e intentar reconstruir sus vidas en una Alemania de posguerra arruinada" como dicen el la solapa los de Edhasa, parece más una novela juvenil (no en el sentido de poco madura, sino de protagonistas juveniles) que se desenvuelven en un ambiente un tanto decaído, pero con la ilusión y la energía propias de la edad.
En cualquier caso, es un brusco giro con la novela de Douglas Coupland que terminé de leer recientemente, tanto por ambientación como por la ausencia del sarcasmo omnipresente en el canadiense. Esto es más serio, más trágico también, pero no se aprecia ni una gota de ironía.