Que cada cultura tiene un tipo de humor determinado es algo harto conocido. El anglosajón destaca por el humor negro, el absurdo, la ironía, el sarcasmo, y en esa línea, aunque no tan oscuro como, por ejemplo, Roald Dahl, está uno de los grandes: Pelham Grenville Wodehouse. En España ha sido la editorial Anagrama la encargada de distribuir su obra. Ésta que estoy leyendo es una antología:
En Reino Unido, Wodehouse es un referente sin igual de ese humor fino, de la burla sin hacer sangre, de la ironía... pero también es referencia su forma de reírse de la clase alta británica, de sus esnobs, de gente que son sólo apariencia, como vainas hueras. De los personajes más reconocibles destacan el pijo sin aspiraciones a nada que no sea vivir una vida regalada sin futuro en Bertie Wooster y su irónico mayordomo, siempre dispuesto a burlarse de su señor sin que éste lo sospeche, Jeeves. Con todo, el personaje de Bertie Wooster está delineado con cariño, la burla que Jeeves y el resto de la humanidad vierte sobre él no parece afectarle en lo más mínimo. Bertie es un tío feliz al que le importa un comino lo que pase en el mundo, incluso le es indiferente lo que le pase a él mismo, en ese sentido es un deportista nato, siempre con su sonrisa al estilo de "lo importante es participar". Jeeves, por el contrario, es un profundo conocedor del alma humana, especialmente de la de su señor (suponiendo que éste tenga alma); la ironía del mayordomo es una herramienta para sobrevivir entre tanto cerebro sin funciones racionales.
El resultado, claro está, es muy "british"... pero en el buen sentido. Tal vez esta recopilación de casi ochocientas páginas se haga un poco pesada, pero, al menos de momento, reconforta leer algo humorístico de calidad, saliendo del humor zafio y chabacano que domina actualmente los medios de comunicación de masas.