Minimizar oportunidades, recortar servicios, reducir todo, así los desgraciados -la chusma- se pegará entre sí para conseguir un mísero asiento, un triste empleo, una lamentable vivienda... Enemistándose entre sí, el populacho pierde de vista al verdadero enemigo, que queda protegido por una densa niebla. Los enemigos no son otros que aquéllos que ejercen (detentan) cualquier tipo de poder (autoridad) en la sociedad humana: reyes, gobernantes, militares, jerarcas elcesiásticos, empresarios, policías... así hasta aquéllos que tienen una parcela de poder menor: jefes, sacerdotes, profesores, maridos, padres...
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