El nombre oficial de este parque es "La Quinta de la Fuente del Berro", aunque nadie lo llame así. Está situado entre la M-30, la prolongación de la calle O'Donnell y el final del barrio de la Guindalera; no es la mejor ubicación, la M-30 impone sus ruidos y humos, que unas pantallas acústicas colocadas en los años 80 no logran mitigar, pero el parque tiene sus rincones apacibles, como este:
Se llega a la entrada principal por la antiguamente llamada "colonia de hotelitos Fuente del Berro", o colonia Iturbe, lo de "hotelitos" era el nombre que se puso en los años 20 a los pequeños chalés que se construían en el entonces extrarradio de la ciudad. Hoy se ha convertido en un oasis de tranquilidad, sin apenas tráfico en su interior, de hecho hay alguna calle privada, y con mucho arbolado.
Al parque de la Fuente del Berro fui, como a tantos otros sitios en mi adolescencia y primera juventud, con mi abuelo Alfonso, en aquellas caminatas previas a la comida dominical... esos recuerdos perdurarán en mí hasta mi aniquilación como ser humano. En tiempos muy posteriores, ya muertos mis abuelos, he regresado, con un libro como compañía, para mitigar la dureza de mi ciudad natal y mi áspero carácter.