Merced a la simplificación de la realidad que toda mente humana lleva a cabo y el afán propagandístico de las editoriales, solemos clasificar a los escritores en categorías estancas e inamovibles: novelista, poeta, dramaturgo, ensayista... Sin embargo, igual que es plural la naturaleza humana y nadie es una sola cosa en la vida (hombre, mujer, padre, hijo, trabajador, aficionado a algo, luchador, derrotista, optimista, amargado...), los escritores también tienen distintas facetas. Ese es el caso de Ray Bradbury, que es mundialmente conocido por sus novelas de ciencia ficción como Fahrenheit 451, Crónicas marcianas, o El hombre ilustrado pero que tiene otras obras en narrativa, algunas de no ficción; obras de teatro; y nada menos que diecisiete poemarios.
Por lo poco que he leído hasta el momento, la poesía de Bradbury es relativamente asequible, sin complicados tropos que dificulten su comprensión.