Ha sido un libro duro de leer. No ya por su temática... hay miles de novelas de épocas infames como las de las guerras mundiales y las guerras civiles; no, lo difícil de tragar viene de lo extraordinariamente verosímil y de lo complicado que es, si se tiene honestidad personal, al verse parcialmente reflejado en el personaje principal.
Jeroen Olyslaeger. Imagen tomada de Commons Wikimedia |
Olyslaegers delinea una historia tan mezquina, ambigua, brutal y miserable que sólo puede ser cierta, tratada sin ningún tipo de sentimentalismo y, por supuesto, sin tergiversación alguna. Porque ese es el quid de la cuestión: la inmensa mayoría de las novelas o películas ambientadas en periodos de guerra acaban siendo panfletos a favor de un bando. Así, hay héroes "buenos buenísimos" y villanos "malos malísimos" y, finalmente, los buenos triunfan sobre el mal haciendo todo más llevadero, sí hubo infamia, pero al final el bien prevaleció, como si fuera una película de Walt Disney. Esa es la patraña que hay que tragar casi siempre, por eso Voluntad es tan novedosa... y tan dura... Aquí, Wilfried Wils no es en realidad malvado, es, simplemente, un tipo que sobrevive en una tempestad colosal, de modo que nada entre dos aguas (un "doscaras" lo llaman en la novela) sin realmente hacerse muchas preguntas. Socialmente, ya lo dije en mi entrada anterior, debió de haber millones de Wilfried Wils en Europa en los tiempos de las guerras mundiales o de la Guerra Civil española... es probable que entre nuestros familiares también, sí, esos a los que recordamos con tan entrañablemente. Y no nos engañemos, muchos de nosotros actuaríamos igual...