Los de Planeta han presentado este volumen como una novela gráfica, lo cual es, al menos, inexacto. Días de destrucción, días de revuelta es una colaboración entre el periodista Chris Hedges y el dibujante Joe Sacco. De Sacco ya escribí en una entrada anterior, y de Hedges hay mucho, aparentemente que decir. Chris Hedges es un rara avis en el panorama periodístico estadounidense: un tipo que se autodefine "socialista" (lo cual es como colgarse un sambenito perpetuo en aquel país), pastor presbiteriano, columnista para The New York Times (adalid del neoliberalismo mundial) y activista del movimiento "Occupy Wall Street".
Esa extraña mezcla ha puesto a Hedges en el disparadero político más de una vez, y él, todo hay que decirlo, no se calla una. La consecuencia es que es uno de los tipos más admirados y también de los más odiados de su país, un líder de opinión, ¡vaya!
En verdad, este libro es un estudio sociológico sobre la aparente necesidad que tiene el ser humano de oprimir y explotar a su hermano, sobre todo al más débil; la búsqueda de la desigualdad, del conflico, de la afrenta. En distintos relatos, se narra la humillación sistemática que sufren las minorías en Estados Unidos, desde los indios Lakota recluidos en las reservas, pasando por los guetos afroamericanos o los inmigrantes centroamericanos explotados en opulentos suburbios.
De forma casi residual, aparecen las viñetas de Sacco, dando imágenes (en tinta, eso sí) a todas esas brutalidades cotidianas que, quizá por estar tan "normalizadas", no salen en los diarios.