8 Esto ocurre a todo viviente, del ser humano hasta la bestia, | pero para los pecadores es siete veces peor: 9 muerte, sangre, discordia, espada, | adversidades, hambre, tribulación, azote. 10 Todo esto fue creado para los malvados, | y por su culpa se produjo el diluvio. 11 Todo cuanto viene de la tierra, a la tierra vuelve, | todo cuanto viene del agua, en el mar desemboca. 12 Sobornos e injusticias desaparecerán, | pero la honestidad subsistirá por siempre. 13 Las riquezas de los injustos se secarán como un torrente, | son como un gran trueno que estalla en la tormenta. 14 Al abrir sus manos el injusto se alegrará, | pero los transgresores desaparecerán por completo. 15 La estirpe de los impíos tiene pocas ramas, | las raíces impuras solo encuentran piedra áspera.
16 Caña que crece en el agua o al borde del río | será arrancada antes que las otras hierbas. 17 La caridad es como un paraíso de bendición, | y la limosna permanece para siempre. 11: Eclo 41,10 | 16: Job 8,11-12. Lo bueno y lo mejor
18 Dulce es la vida del que se autoabastece y del trabajador, | pero todavía más la de quien encuentra un tesoro. 19 Tener hijos y fundar una ciudad perpetúan el nombre, | pero todavía más la mujer de conducta intachable. 20 El vino y la música alegran el corazón, | pero todavía más el amor a la sabiduría. 21 La flauta y la cítara hacen el canto agradable, | pero todavía más la lengua dulce. 22 Gracia y belleza el ojo desea, | pero todavía más el verdor de los campos. 23 Amigo y compañero se encuentran a su hora, | pero todavía más la mujer y su marido. 24 Hermano y protector ayudan en la desgracia, | pero todavía más salva la limosna. 25 Oro y plata aseguran el paso, | pero todavía más se estima el consejo. 26 La riqueza y la fuerza dan confianza, | pero todavía más el temor del Señor. | Al que teme al Señor nada le falta, | no necesita buscar otra ayuda. 27 El temor del Señor es un paraíso de bendición, | protege más que cualquier otro escudo. 24: Prov 17,17. Mendicidad
28 Hijo, no lleves vida de mendigo, | más vale morir que mendigar. 29 Hombre que suspira por mesa ajena | vive una vida que no es vida. | Deshonra su boca con comida ajena, | pero el instruido y educado se guarda de ello. 30 La mendicidad es dulce en la boca del descarado, | pero en sus entrañas es un fuego abrasador.