Robert Crumb es, todo el mundo lo sabe, uno de los principales creadores del llamado "cómic underground" que floreció en Estados Unidos a partir de la década de los sesenta del pasado año y que, a pesar de los nuevos vientos que soplan, se resiste a desaparecer y ser arramblado por el paso del tiempo. Y quizá no llegue a desaparecer porque era un cómic mucho más adulto que los otros que dominaban en el país americano (los de superhéroes, con sus dos factorías, Marvel y DC cómics); dicho sea de paso que en Europa la salud de los tebeos era óptima, aunque era de temática más infantil y juvenil, con su capital en Bruselas. En fin, que ese llamado "cómic underground" tenía como destinatarios ideales a jóvenes que no querían perderse en pueriles aventuras de tipos corrientes que se enfundaban un mono ajustado con capa y se convertían en héroes capaces de derrotar a la encarnación del mal, sino que buscaban leer historias de gente como ellos que vivían vidas anodinas en las abarrotadas megalópolis americanas.
Robert Crumb era un genio en este tipo de cómic, ya fuera en colaboración con Harvey Pekar como escritor, o actuando el mismo de escritor. En este sentido, cabe reseñar que considero a Crumb mejor dibujante que escritor, vamos, que sus cómics en solitario adolecen de falta de rotundidad y complejidad temática. Esto se observa en uno de sus personajes más carismáticos, Mr. Natural, que es el protagonista principal de este "tochaco" que ha publicado en España Ediciones La Cúpula.
Mr. Natural es un venerable ancianito de luenga barba, calva reluciente y sencilla vestimenta que pasa por ser una suerte de gurú para muchos. Su contraparte es Flakey Foont, un palizas que lo persigue a todas horas para preguntarle por el sentido de la vida, por la razón de sus inseguridades y por el camino a seguir en el futuro. En buena medida, la burla de Crumb es sobre este último tipo, un neurótico hipersensible y autocompasivo, mientras que Mr. Natural no es más que un tipo vulgar que vive sin preguntarse nada, que vive "naturalmente", vaya. En realidad, el tal Mr. Natural es una mezcla de santón, filósofo de andar por casa, vividor y caradura.
El personaje de Crumb tiene largo recorrido, ya que sus primeras aventuras las dibujó en 1966 y lo último es de 2009, aunque el personaje que da nombre a las historietas es, claramente, un subproducto de los años sesenta en Estados Unidos, de la cultura beat y su búsqueda de un sentido alternativo de la vida.
En cuanto al estilo de Robert Crumb es, como se puede ver en la portada y contraportada escaneadas aquí, de línea clara, en blanco y negro (a diferencia de las imágenes) y con bastante detalle, aunque sin llegar a un realismo extremo; en cualquier caso, es un estilo propio e inconfundible del propio Crumb, que, supongo, habrá tenido un montón de imitadores a lo largo del tiempo.
Con respecto a lo que decía sobre la mayor calidad de Crumb como dibujante que como escritor, se puede notar en que sus personajes propios suelen ser poco redondos, podrían tener un mayor desarrollo (dentro de lo que cabe, claro, que esto es un cómic), y también cuando el dibujante ha sido eso, meramente un dibujante. Así, aparte de las colaboraciones con Harvey Pekar, en tiempos recientes, Robert Crumb ha adaptado al cómic el veterotestamentario libro del Génesis, así como una biografía de Josef Kafka, en ambos el resultado es mucho más alto y más maduro que en este de Mr. Natural.
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