Los filólogos y demás tontos solemnes entendidos categorizan Mucho ruido y pocas nueces ("Much Ado About Nothing") como una comedia romántica, aunque a veces parece más tragicomedia que comedia a secas. Hay elementos cómicos buenísimos, como los alguaciles Dogberry y Verges, que trabucan sus palabras, cambiando el sentido de sus oraciones con palabras antónimas; pero también tiene toques trágicos como la muerte de Hero, que finalmente es fingida, algo que ocurre frecuentemente en algunos personajes femeninos de Shakespeare, amén del supuesto ajusticiamiento de Borachio y Conrado, o la detención y el retorno a Sicilia del gran malvado de la obra, don Juan. Tal vez lo que ocurra no es tanto que haya cambiado el gusto del público del siglo XVII a la actualidad, sino que lo que conocemos como "comedia romántica" en nuestros días es un pestiño edulcorado infumable sin la profundidad psicológica y social de las obras de Shakespeare. Sea como fuere, esta comedia romántica está estructurada en cinco actos, escrita en prosa, y, se cree, que fue estrenada antes de 1600.
Resumen del argumento de la obra: Acto I: en Mesina, Sicilia, el gobernador Leonato da una fiesta a la que están invitados don Pedro, príncipe de Aragón; don Juan, hermano bastardo del anterior; Claudio, joven noble florentino; Benedicto, noble paduano; Hero, hija de Leonato; Beatriz, sobrina de éste; Borachio y Conrado, ayudantes de don Juan, y otros más. Benedicto y Beatriz se lanzan pullas constantemente, de una manera que no deja duda de que están interesados el uno en el otro, aquello de "los amores reñidos son los más queridos". No son los únicos enamorados, Claudio y Hero también se rinden pleitesía amorosa, pero sin disimulo alguno. Por otro lado, don Juan, hermano bastardo de don Pedro, al cual se presupone resentido y envidioso de las prebendas reales de su hermanastro, decide intrigar contra la felicidad de éste y de su protegido, Claudio, enturbiando la relación de Claudio con Hero al calumniar la virtud de la hija del gobernador.
Acto II: en un baile de máscaras (elemento también muy frecuente en Shakespeare), Beatriz y Benedicto siguen lanzándose burlas y desdenes, mientras don Pedro toma como asunto suyo la promesa entre Claudio y Hero. Don Juan encarga a Borachio que conspire contra la felicidad de la ya establecida pareja.
Acto III: Hero insta a Beatriz a que se acerque a Benedicto y reconozca sus virtudes. Don Juan pretende perjudicar a Claudio (y así, indirectamente, a su hermanastro, don Pedro) haciéndole creer que Hero le es infiel. Se presenta en la tercera escena del acto a los actores cómicos principales, Dogberry y Verges, alguaciles torpes y tontos aunque bienintencionados, que tendrán un papel relevante en los últimos actos. Los conspiradores Borachio y Conrado (a las órdenes de don Juan) avisan a Claudio sobre las supuestas infidelidades de Hero.
Acto IV: todo está ya preparado para la boda entre Claudio y Hero, cuando van a dar el consentimiento mutuo Claudio rechaza a Hero por desleal y anula el matrimonio. Hero, injuriada y sofocada, se desmaya y, aparentemente, muere. Beatriz, indignada ante la infamia que sufre su prima, demanda a Benedicto un escarnio para Claudio. Por otro lado, en la cárcel, los alguaciles sacan la confesión a Borachio y Conrado de haberse conjurado contra Claudio y Hero, calumniando a la hija del gobernador.
Acto V: Estando en el palacio del gobernador éste con su hermano, llegan don Pedro y Claudio. Leonato acusa a Claudio de calumniar la virtud de su hija y provocar, indirectamente, su muerte. Don Pedro protege a su joven acompañante. Benedicto acude y reta a duelo a Claudio por las mismas razones. Estando todos juntos, entran los alguaciles con Borachio y Conrado, detenidos, quienes admiten haber conspirado contra aquel matrimonio, mintiendo sobre el honor de Hero. Claudio y don Pedro, avergonzados, piden perdón a Leonato por haber dudado de Hero y haber creído las patrañas que les presentaron otros. Se aprestan a recibir el castigo que Leonato considere oportuno. Éste "castiga" a Claudio a casar con una sobrina suya (supongo que sería más fea que Picio). Benedicto y Beatriz, ya sin burlas, se declaran su amor mutuo y preparan la escena final. La escena final es otro baile de máscaras, en el que presentan a Claudio a la joven con la que habría de casarse como castigo, ésta es, claro, la propia Hero, que estaba "muertita" pero resucita para sorpresa de Claudio. Finalmente se formalizan dos matrimonios: el de Beatriz y Benedicto, y el de Claudio con Hero.
Los temas de la comedia son, pues, el amor, el desamor, la traición, las envidias, los celos... todos sentimientos humanos atemporales. Sin embargo, se puede analizar la obra desde mil y un puntos de vista, y uno que apasionaría hoy a más de uno (y, sobre todo, más de una) sería comparar los roles de género de la época y los de hoy. Es un tema tan manido hoy en día que agota, así que prefiero leer la comedia tal cual fue escrita a finales del siglo XVI, con finalidad de entretenimiento (lo que buscaba Shakespeare principalmente, seguro) y distracción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.