Otra película que compitió en el pasado Festival de Sitges. No recibió premio alguno, aunque, según parece, sí fue del gusto del público. We are what we are.
La cinta es la adaptación de otra mejicana, que también pasó por Sitges hace unos años, llamada Somos lo que hay. Busqué esa película en aras de conocer el original, pero no la he encontrado... En cualquier caso, esta dirigida por Jim Mickle me ha parecido muy interesante. Trata de una familia en el medio rural, aparentemente, aunque no se cita, de la Costa Este estadounidense, los Parker; sin dar muchas explicaciones se pone al espectador ante una familia muy tradicional, muy apegada a una costumbre extraña transmitida de padres a hijos... por otra parte son devotos cristianos... En principio una familia normal... ¿normal? ¡Ay de aquellos que caigan en sus manos! Los buenos de los Parker, tan timiditos, tan buenos chicos, tan tranquilitos en su pequeña granja... son caníbales. Se trata de un canibalismo ritual que practican con gran circunspección a la vez que leen las Sagradas Escrituras... toda una tradición.
Véase aquí cuán respetuosos son con sus inveteradas costumbres... Serán descubiertos cuando un forense local (que ha perdido a su hija, no hace falta decir cómo acabó) encuentra signos anatomopatológicos de la Enfermedad de Creutzfeld-Jakob en la fallecida madre.
La actuación del elenco es francamente aceptable (no hay ningún/a chica/o mono/a al que estén lanzando), pero yo destacaría la fotografía, tan importante en una película de terror; en este caso consigue recrear un ambiente verdaderamente diferente y especial para la familia sin caer en la obviedad.
En definitiva, una buena película, aunque el final (un desaforado festival antropofágico) la desmerece un poco.