Los chicos de La factoría de ideas han aprovechado un tanto ladinamente el tirón del nombre de este grimorio ficticio ideado por el gran Howard Phillips Lovecraft para nombrar su pequeño volumen. Sin embargo es de agradecer que se hayan tomado el trabajo de recopilar un buen puñado de relatos relacionados con dicho libro.
Porque, obviamente, tal cual está la portada podría llevar a un incauto al error... afortunadamente, la mayoría de los lectores de Lovecraft son, como suele ser habitual para los escritores de culto, grandes conocedores de la obra del mismo, de sus particularidades y anécdotas más curiosas. La no existencia del tal Necronomicón es una de las más interesantes, pues todos hemos fantaseado alguna vez con que ese tomo de brujería, de invocación de los Primigenios recopilado por el árabe loco Abdul Alhazred (tradúzcase al castellano como Abdul "el que todo lo ha leído") existiera realmente y poder entrever siquiera unas líneas. En fin que el Necronomicón es una de las creaciones más geniales de Lovecraft, no solo por lo que el escribe sino por la literatura que está generando y generará en un futuro.
Es por tanto loable que se haya rescatado a un buen puñado de seguidores (por supuesto más en la cantidad que en la calidad) del "solitario de Providence". Muchos de estos émulos, por cierto, publicaron en la famosa revista Weird Tales que a pesar del desprestigio (por ser considerados populares y de baja calidad) que tienen las llamadas "revistas pulp" estadounidenses, han sido capaces de escribir algunas de las más brillantes páginas de la literatura moderna de aquel país.
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