jueves, 20 de diciembre de 2012

Charles Pierre Baudelaire

  De Baudelaire no lo dudé, la imagen que quería poner es la que sigue, creo que esa mirada fiera, desafiante, honrada y amargada representa bien tanto su vida como su obra.
   Su mirada refleja su condición de poeta maldito, incomprendido, tachado de mero provocador, odiado y admirado por igual; un poeta cuya obra cambiará el rumbo de la poesía francesa y europea, acabará con el romanticismo y dará paso a una nueva época, más sincera y brusca que aquella. Las flores del mal supone una transgresión de todas las normas establecidas en moralidad, un poco lo que volvería a hacer D.H. Lawrence con su El amante de lady Chatterley; Baudelaire buscará lo "no bello", tratará de huir del "spleen" (tedio lo llaman ahora) entregándose a todos los "vicios" habidos y por haber, dejando así en evidencia a la hipócrita moral pequeño-burguesa de la época (la suya y la nuestra).
   Una cita del inmortal Baudelaire como muestra de su pensamiento:
 "Todos los imbéciles de la burguesía que pronuncian las palabras: inmoralidad, moralidad en el arte y demás tonterías me recuerdan a Louise Villedieu, una puta de a cinco francos, que una vez me acompañó al Louvre donde ella nunca había estado y empezó a sonrojarse y a taparse la cara. Tirándome a cada momento de la manga, me preguntaba ante las estatuas y cuadros inmortales cómo podían exhibirse públicamente semejantes indecencias."

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