jueves, 27 de diciembre de 2012

"Literatura victoriana"

   Entrecomillo el título para dejar claro que esa denominación es exclusivamente anglosajona y no es admitida en otros países, aunque se ha de reconocer que los novelistas de la Época victoriana (la reina Victoria reinó de 1837 a 1901) tienen muchos elementos en común, tanto en la forma -prosa muy adjetivada, frases muy largas, descripción minuciosa de personajes y lugares-, como en el contenido -las típicas del llamado realismo social-. Sin duda la Época victoriana fue la más "brillante" para el Imperio Británico, pero habría que discutirlo para sus habitantes y para la moral social; en aquellos años se produjo la conocida Revolución Industrial, que convirtió aquel país en el imperio más potente del momento, con posesiones inmensas en Asia (India, Paquistán), Oceanía (Australia, Nueva Zelanda) o incluso Europa (Irlanda), con una capacidad de producción industrial semejante a la de la China de nuestros días... todo eso generó riqueza, pero también desigualdades sociales, creó al proletariado, creó el abuso de poder... creó, en definitiva, la inmoralidad social.
  Pensando el "Literatura victoriana", pensamos en Dickens. Todas las caracterísiticas que antes mencioné se dan en sus novelas, el tratamiento que da a sus personajes es definitorio. En Dickens se nota una clara preferencia por los personajes del proletariado, que son siempre adornados por virtudes: honestidad, capacidad de sacrificio, entrega a los demás; por el contrario, los personajes de clase alta suelen ser presentados como avariciosos, egoístas y brutales, verdaderos aprovechados de la desigualdad social que ellos mismos tratan de aumentar, cuando no como simples seres pragmáticos, aparentemente desprovistos de sentido moral. Su prosa puede resultar pesada en nuestros tiempos, al igual que ocurría con Proust (de éste ya dije que su estilo era arcaizante, teniendo en cuenta que nace cuando muere Dickens), pero, por desgracia, las brutalidades sociales que denunciaba parecen estar de vuelta. Quizás sea uno de los escritores menos comprendidos y menos leído, todos tienen la sensación de estar ante un verdadero "ladrillo", y pierden a uno de los más férreos defensores de la igualdad entre los hombres.
   Caso aparte es George Eliot, también entra dentro de esa "Literatura victoriana", a través de ella vemos los problemas de esa "brillante sociedad", empezando por el hecho de tener que utilizar un seudónimo literario masculino. Eliot retrata una Inglaterra rural de grandes señores y sirvientes, sin entrar en conflictos sociales, una vida basada en las tradiciones y protocolos... todo muy diferente de Dickens. Quizá la diferente vida que llevaron les marcó como escritores, puesto que mientras él tuvo que "ganarse el pan" desde la tierna infancia (los ambientes de trabajo infantil de sus novelas fueron extraídos de su propia experiencia), ella fue una señorita bien de acaudalada familia.
    Las hermanas Brönte serían las "terceras personas de esta santísima trinidad literaria", también criadas en el medio rural, como George Eliot (cuyo nombre real, por cierto, era Mary Anne Evans), aquéllas reflejaron su ambiente, pero en medio de pasiones para aquel tiempo inconfesables, creadores de verdaderos clásicos como Jane Eyre o Cumbres borrascosas.
  Por supuesto también hemos de citar autores fundamentales, no ya de la literatura en inglés sino en todas las lenguas, como Arthur Conan Doyle, Rudyard Kipling, Robert Louis Stevenson, H.G. Wells u Oscar Wilde; aunque el primero se diferenciaría por ser creador de la novela negra; Kipling y Stevenson serían los recreadores de la novela de aventuras, inspirada en los viajes por el enorme Imperio británico de la época; o Wilde el cantor de la extrema sensibilidad.

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