En esta novela gráfica se juntan varios factores que me gustan por sí mismos, en primer lugar está publicada por una editorial joven y no muy grande pero con una ilusión increíble, un verdadero ejemplo a seguir, Astiberri Ediciones; en segundo lugar, ahonda en el llamado tema "metaliterario", esto es, literatura que habla de literatura, ya lo conté en otra entrada, en este caso es, obviamente sobre Joyce; en tercer lugar es la muestra palpable del enorme talento de historietistas que hay en nuestro país, en este caso el autor es Alfonso Zapico, uno de los más prometedores, que con apenas 30 años ha recibido multitud de premios y que, según parece, actualmente trabaja para la meca de esos productos en Europa: el mercado franco-belga. La novela gráfica es Dublinés.
Vaya por delante que James Joyce no es santo de mi devoción, me parece un autor sobrevalorado -el propio cómic lo deja,a mi entender, muy claro-. Joyce fue, según parece un estereotipo irlandés "con patas"
(nadie odia más que yo la simplificación de los estereotipos, que
conste), pero parece que fue un vividor, un tipo que quería disfrutar el
momento sin preocuparse por el futuro, probablemente le fuera
indiferente escribir grandes obras que "legar a la posteridad", sus
muchos amoríos, sus juergas regadas por litros y litros de alcohol así
parecen asegurarlo. Ulises es una
de las novelas más difíciles de leer, una novela sin estructura, su
tamaño descomunal ahonda la sensación de desesperanza en el que se sume el lector (longitud no mayor que las obras de Tolstoi, que, sin embargo, tienen una estructura y un hilo argumental perfectamente definidos); parece que el propio Joyce llegó a afirmar que los enigmas del texto habían sido introducidos para "lograr
la inmortalidad", algún idiota se lo creerá y se dispondrá a malgastar
su vida tratando de resolverlos, conocido el carácter guasón del autor, no cabe duda de que esto no es más que una broma. Me apuesto una mano y no la pierdo a que la inmensa mayoría de los que dicen haber leído Ulises y haber quedado prendados, no han pasado de los primeros capítulos... ¿por qué? Porque si fueran sinceros parecerían lectores de medio pelo, de novelas "seudohistóricas" de templarios y demás zarandajas; deshacerse en elogios al Ulises de Joyce supone tener la contraseña para adentrarse en esa logia masónica del gran nivel cultural... ¡pamplinas!
Al margen de Joyce, la obra de Zapico es una extraordinaria
aproximación a la vida y obra del autor, muy riguroso y con unas
ilustraciones que le caracterizan y que lo elevan al olimpo de los
mejores historietistas europeos.
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