No son muchas casetas, ocho de librerías de la ciudad y el resto de fuera, pero siempre es un gustazo este tipo de ferias. Puede que no se encuentre mucho, pero la tentación de encontrar algún libro perdido desde la infancia o encontrar viejas joyas que alguien ha desapreciado (nótese la sutil diferencia entre despreciar y desapreciar, consúltese) es francamente interesante.
Gracias especiales a la fotógrafa (sí, la RAE admite el femenino) |
Me gusta especialmente que estas ferias sean en primavera y en otoño, sobre todo cuando el tiempo está lluvioso... siempre pensé que los libros viejos y las nubes hacen buena mezcla... maridaje dirán los horteras de hoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.