lunes, 2 de septiembre de 2013

Inciso cinematográfico: "The Last Station", de Michael Hoffman

 La última estación es una película basada en las últimas semanas de vida del gran Lev Nicolayevich Tolstoi, el título hace referencia a la estación ferroviaria de Astopovo, donde, efectivamente, murió el escritor.
  Tolstoi murió en una estación de ferrocarril porque, según sus más autorizados biógrafos y la propia película, huía de una situación intolerable con su mujer, a sus más de ochenta años.
 La película narra las dificultades del autor con su mujer quien no entiende su radicalidad en la "pobreza voluntaria" (Tolstoi consideraba vergonzante su pertenencia a la nobleza zarista y trataba de repartir su no escasa riqueza entre los muzhiks en lugar de entre sus trece hijos). Pero además de la desavenencia con su mujer, la película tiene la inteligencia de mostrar el desvarío que la ortodoxia supone sobre la naturalidad; en este caso los llamados "tolstoyanos" que pretenden elevar al propio Tolstoi a la naturaleza de profeta y a sus comentarios a los de verdaderos Evangelios. Cuentan que el propio escritor luchó contra esta suerte de idolatría y trató de buscar esa naturalidad de la que antes hablaba en el comportamiento humano.
 Técnicamente la película es excelente, destacaré la fotografía y las actuaciones de Christopher Plummer y Helen Mirren. 
 

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