Un autor injustamente olvidado (como tantísimos) que, también debido a su temprana muerte (a los veintiocho años) pasó al gigantesco Parnaso de los despreciados, a pesar de esta excelente novela.
La roja insignia del valor es un texto fundamentalmente antibelicista, que narra las terribles experiencias de un chico enrolado en el ejército de la Unión en la Guerra de Secesión americana. Crane consigue una verosimilitud histórica más que notable, pero, sobre todo, logra transmitir los pensamientos y sentimientos del personaje, Henry Fleming, de una manera que se anticipa a lo que algunos denominan "Impresionismo literario" que, al igual que el más conocido estilo pictórico, antepone lo subjetivo a lo objetivo.
La prosa es rápida, con frases cortas y no muy abundante adjetivación, aunque fuera elogiada por un reputado autor de estilo antagónico, Henry James; tal rapidez permite transmitir la ferocidad de la batalla, la alternancia de la victoria y la derrota, la futilidad de la vida humana...
El antibelicismo de la novela se trasmite, en mi opinión, por la frialdad y realismo con los que se narra. No se trata de una idealización del guerrero en el acto sublime de la confrontación bélica... todo lo contrario: de principio a fin vemos a un chico asustado que pasa los primeros días de la guerra pensando si no acabará por desertar y huir para salvar la vida, escuchándose a sí mismo como si de un animal de laboratorio se tratara. El salvajismo de la guerra, la indiferencia o incluso la negligencia de los militares de rango superior y la sinrazón de la matanza acaban por demostrar, al menos a aquellos de nosotros que tenemos sensibilidad, que la guerra es, sin lugar a dudas, la actividad más simiesca del ser humano.
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