Muchos autores de todas las épocas tienen alguna obra por los que son conocidos mundialmente, esto no deja de ser en cierto modo injusto, pues hace olvidar el resto de su obra. Este es el caso de Daniel Defoe, a quien todos conocemos por su Robinson Crusoe, novela de aventuras al nivel de las de Verne, Salgari, Kipling, Stevenson o Conrad; además también es famosa su Molly Flanders.
Sin embargo, Daniel Defoe, un tipo de vida verdaderamente interesante según parece, dejó un buen puñado de excelentes relatos que hoy llamaríamos "góticos" o que, al menos, recogen ese gusto por lo sobrenatural, lo oculto, lo fantasmagórico que sedujo a muchos escritores del siglo XVIII. Esos son los relatos que la editorial Valdemar ha compilado en este pequeño volumen. En ese subgénero narrativo que algunos llaman "literatura de terror", Defoe era un precursor en todos los sentidos, con esto quiero decir que fue en cierta manera un pionero de este subgénero que estallaría en el siglo XIX, pero también que los relatos nos parecen hoy un poco pacatos. Son cuentos que adolecen de mordiente, de finales sorprendentes (algunos son incluso previsibles) y de giros en la trama que nos dejen sin respiración. Todo eso es fácil de encontrar en autores como Poe, Maupassant, Sheridan Le Fanu o Mary Shelley.
Con todo, Defoe tiene una calidad literaria muy alta, se perdonan esos pequeños"defectos" que en realidad no son tales sino distintos gustos estéticos que han ido variando a lo largo del tiempo.
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