Decimoséptima entrega de la saga del Mundodisco (decimoctava según la cuenta de la editorial Debolsillo). Esta vez el sarcasmo de Pratchett recae sobre la organización social del gigante asiático que marca nuestras vidas (hasta cierto punto), tanto en la época imperial como con la revolución maoísta. La genialidad del finado autor inglés es tal que no cae en maniqueísmo político alguno, simplemente pone en solfa el afán uniformador y deshumanizante que han sufrido los ciudadanos (súbditos) de aquel enorme país y que, desgraciadamente, parecen querer exportar a todo el planeta.
Los personajes principales vuelven a ser el mago Rincewind, quien, a su pesar, volverá a ser el gran héroe salvador, algo típico de todos los cobardes; Cohen el Bárbaro, remedo irónico del personaje de Robert Howard, Conan el Bárbaro, reconvertido en un furioso anciano imbatible; el turista Dosflores, natural del Imperio Agateo, que, con un optimismo y una ingenuidad a prueba de bombas se convierte en el álter ego de Rincewind; además de algunos personajes nuevos que redondean la sátira.
Pero como siempre digo, los personajes e incluso el argumento son lo de menos, lo de más, al menos para mí, es el profundo conocimiento del alma humana que demuestra tener Pratchett, porque todos los defectos, los vicios, e incluso, sorpresa, sorpresa, alguna virtud por ahí perdida, quedan retratados con una fidelidad extraordinaria. Es, ya lo escribí, literatura para adultos que han sufrido/disfrutado de la sociedad humana varias décadas y tengan madurez suficiente como para mirarse al espejo con espíritu crítico, algo que, como mucho, desarrolla un veinte por ciento de la población... tirando por lo alto...
Igual que el autor está libre de maniqueísmos y posicionamientos políticos, también está libre, por supuesto, de visiones chovinistas o xenófobas. Las críticas a China son extrapolables a cualquier lugar o época en la que unos pocos dictatorzuelos (en la novela, de tradición imperial y "renovación" comunista) "saben" lo que necesita el pueblo y no dudan en aplicarlo con toda la brutalidad posible. Aplicando el dicho popular: "los mismos perros con distinto collar".
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