Ahí y ahora es una recopilación de nueve relatos de heterogénea temática escritos por el inmortal argentino en los últimos años de su vida. Son relatos muy imaginativos pero, en mi opinión, no llegan a la genialidad de los contenidos en Historias de cronopios y de famas, donde el bruselense alcanzó su clímax creativo. Con todo, son muy "cortazarianos", tanto por los temas tocados (la mayoría ambientados en Argentina) como por el uso del español rioplatense, del que Julio era gran defensor.
Y, como en la temática, la calidad de los relatos también es variable. He disfrutado enormemente alguno como Satarsa, relato de terror con furibundas ratas que, claramente, está inspirado en Poe o en Lovecraft (probablemente en el primero, ya que el segundo se inspiró en aquél y es factible que Cortázar nunca llegase a leer al de Providence). Por otro lado recordemos que una de las primeras traducciones de Poe al español fue obra del argentino.
Cortázar, es bien sabido, estuvo siempre muy ligado a la política. Sus querencias se inclinaban hacia la izquierda, aunque desde una interesante independencia, así, por ejemplo, apoyó entusiásticamente la Revolución Cubana, pero luego le retiró el apoyo cuando ésta se institucionalizó y comenzó a reprimir a intelectuales que no comulgaban plenamente con la línea oficial. Preocupado, lógicamente, por la violencia gubernamental de la Dictadura argentina, sus relatos están impregnados de momentos en los que la critica. Así, Grafitti, Recortes de prensa o Pesadillas, relatos contenidos en este pequeño volumen, están dolorosamente inspirados por los asesinatos de civiles a manos de militares en aquella ominosa época.
Algún relato, sin embargo, ha envejecido peor... o somos nosotros los que hemos empeorado, no sé... Lo cierto es que La escuela de noche sería impublicable hoy en día. Narra la, en principio inocente, aventura de dos estudiantes de una escuela normal argentina que quieren saltar la valla para deambular por la institución que tan bien conocen pero en momentos de total oscuridad y soledad. Se encontrarán, sin embargo, con que hay una especie de fiesta de travestismo y homosexualidad practicada tanto por la dirección del centro como por los alumnos que era totalmente desconocida para ellos. El relato, además del travestismo y las prácticas homosexuales, describe violaciones y violencias de todo tipo, amén de utilizar términos como "maricón" o "mariconería" de forma evidentemente despectiva. Sin duda, en nuestra época este relato hubiera sido calificado como "homófobo" y habría sido enviado al cajón del rechazo. Cortázar, que como ya he dicho era de tendencia progresista, habría sido tachado de reaccionario y abusón. En fin, los tiempos cambian, no siempre para bien...
En todo caso y salvando lo salvable, los relatos incluidos en este volumen son un brochazo más en ese espléndido cuadro literario que nos dejó Julio Cortázar con su obra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.