Una película típica de Hitchcock: suspense, comicidad, guiños para el espectador despierto... una joya, vaya.
Leslie Banks, en el papel de un tipo normal de la clase media-alta londinense que se ve envuelto sin darse cuenta en crímenes internacionales, está bastante bien, muy flemático, muy "british"; Edna Best, en el papel de su mujer está flojísima, parece una actriz debutante más por su físico que por su "saber actoral"; el resto de la troupe está acorde con sus papeles; pero el que está descomunal, una vez más, es Peter Lorre, el malvado pero a la vez elegante y caballeresco que quiere asesinar al alto diplomático.
Hitchcock filmó de nuevo esa película en 1956, pero con muchos cambios, empezando por que se trataba de una familia americana, ya en plena época Hollywood; el hijo es raptado en Marruecos, en la del 34 es la hija y no sale de Londres; James Stewart sustituye a Leslie Banks, de nuevo un prototipo americano sustituye a un estereotipo inglés, y Doris Day a Edna Best. La mayor diferencia es, en mi opinión, la ausencia en la más moderna de un villano de la categoría de Lorre, alguien que aun siendo detestable provoque cierta complicidad en el espectador... Probablemente esa sea la mayor diferencia entre el cine americano y el europeo, el primero es demasiado naíf, demasiado simplón, demasiado claro quién es el bueno y quién el malo... en el cine europeo no se "conduce" tanto la opinión del espectador, todo es más ambiguo.
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