No creo que haya una colección de cómics "para adultos" tan bien construída, con personajes tan redondos y tramas tan bien urdidas como las de Adèle Blanc-Sec, salvando quizás a Pratt y su Corto Maltés. Puntualizo lo de "para adultos" para salvar a Astérix y a Tintín, destinados a un público infantil y juvenil respectivamente. Este tomo es el tercero y último e incluye alguna historia de Tardi que excluye como protagonista a la famosa escritora-aventurera.
Es un cómic para adultos pero sin grandes diferencias con los juveniles, no hay, como muchos erróneamente consideran diferenciador de cualquier obra literaria para adultos, sexo explícito o violencia; pero los diálogos son elaborados y maduros en exceso para alguien que no haya llegado a la adultez. De la obra de Tardi, no obstante, esta colección es, en mi opinión, la más juvenil, o tal vez la más ingenua, nada que ver con la excelente amargura inmunizadora de novelas gráficas como Puta guerra, La guerra de las trincheras o Stalag IIIB; tampoco presenta el conocido cansancio de vivir reconocible en la serie del detective Nestor Burma.
Todo lo demás, el excelente trabajo como ilustrador, su capacidad de buscar historias interesantes con giros inesperados y personajes complejos y verosímiles, está en esta obra de Jacques Tardi, uno de los "grandes-grandes" del cómic europeo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.