miércoles, 14 de junio de 2017

"El camarada Don Camilo", de Giovannino Guareschi.

 Después de Tolstoi y Dostoievsky paso a algo mucho más liviano, una lectura ligera pero no exenta de calidad: El camarada Don Camilo. Guareschi es un escritor conocidísimo en este país, las cercanías culturales, sociales e históricas entre Italia y España facilitaron que las figuras de Don Camilo y Peppone fueran perfectamente entendidas en la "piel de toro". Sin duda Guareschi tenía más de periodista y aun de propagandista político que de escritor. Él mismo fundó un semanario milanés, Candido, furibundamente anticomunista; ahí publicaba las peleas tremendas pero entrañables entre el cura tradicionalista y el alcalde comunista; de hecho, las historias que engloban esta novela fueron editadas en dicha publicación a lo largo de 1963.
  No, El camarada Don Camilo no es alta literatura. Ni lo pretende. Son un puñado de relatos verosímiles a la vez que sorprendentes, duros a la vez que entrañables, dramáticos a la vez que cómicos. Sus personajes han calado en el imaginario popular de los italianos y otros europeos del sur. Es una lectura a la que no debe exigirse grandes hazañas formales o argumentales, pero que puede reconciliarnos hasta cierto punto con el pérfido género humano; una lectura, en fin, para descontaminarnos de todo un poco.

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