sábado, 23 de mayo de 2020

"Soul Music. Una novela del Mundodisco", por Terry Pratchett.

 Ya pude comprar libros, aunque fuera online. Me decidí por Maupassant, Algernon Blackwood y, cómo no, Terry Pratchett. He empezado por este último, en concreto por la entrega decimosexta de la saga del Mundodisco, Soul Music.
 Nada que ver, ya lo dije en la entrada anterior, con R. A. Salvatore. Pratchett es narrativa de ficción para adultos. Porque, si bien la narrativa de Salvatore es ideal para adolescentes y jóvenes que pueden verse reflejados en esos personajes bienintencionados y honorables de sus novelas, la de Pratchett es para gente más madura, conocedora de la narrativa de ficción, pero que no busca héroes inmaculados sino pura burla de la sociedad humana. La saga del Mundodisco es una revisión irónica de los millares de defectos que dan forma a ese autodenominado homo sapiens, pero para hacerlo más interesante lo hace a través de esos arquetipos de lo que queremos ser que son los superhéroes y las figuras míticas de todos los tiempos.
 Pratchett es, lo he escrito decenas de veces, un maestro de la ironía, del sarcasmo y de la sátira. Cualquiera que tenga un mínimo de autocrítica (¡ay, me temo que esto no sea tan frecuente!) se verá reflejado mil y una veces en personajes o comportamientos de los deformados personajes "mundodisquianos".
 En la decimosexta etapa del viaje cósmico de la tortuga Gran A'Tuin, con sus cuatro elefantes sobre los que descansa el Mundodisco, un personaje principal es la Muerte (en mi opinión, el mejor personaje pergeñado por Pratchett) que sufre una crisis vital (cabría decir la crisis de los cuarenta o de los cincuenta, pero como resulta que tiene miles de años...) y decide tomarse un tiempo libre en su magna y necesaria tarea. Sin embargo, esta vez su labor va a ser cubierta por su nieta, Susan, una niña atípica que tiene tantos admiradores como la Peste Negra. Por otro lado, la más que inesperada unión de un humano, un trol y un enano da lugar a la formación de un grupo de música pop que se completa con la llegada del bibliotecario de la Universidad Invisible (un orangután), el cuarteto crea "música con rocas dentro", generando multitudes de admiradores entre los adolescentes... y aquellos adolescentes de hace varias décadas.
 Así, Pratchett lanza guiños constantemente al lector con referencias a The Beatles, la música pop en general, el ingenuo optimismo adolescente, además de con la muerte como piedra de toque de todo ingenio humano. Es, una vez más, una delicia leer a este tipo. Una lectura para gente sin complejos que no se confunden al ver los coloridos dibujos de las portadas (sí, aquello de no juzgar un libro por su portada...).

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